Clase: ¿Qué es el Design Thinking?
Curso: Diseño para la creación y gestión del valor

Profesor: Javier Traslaviña.<br>Desde el diseño, los focos estratégicos se exploran de manera más simple a partir de la definición de conceptos. Hacerse buenas preguntas tempranamente, valida y potencia propuestas de valor efectivas basadas en necesidades latentes. <br>




El diseño es una estrategia fundamental para accionar y concretar la innovación y el emprendimiento.  El modo de resolver problemas desde el diseño, con un proceso replicable y el uso de herramientas para facilitar procesos creativos en sus diferentes etapas de convergencia y de divergencia, hacen de esta disciplina un camino clave para repensar lo que nos rodea, con foco en las personas.

Desde el diseño, los focos estratégicos se exploran de manera más simple a partir de la definición de conceptos. Hacerse buenas preguntas tempranamente, permite validar y potenciar propuestas de valor efectivas, basadas en necesidades latentes.

Design Thinking tiene que ver con entender el modo con que los diseñadores observan, analizan, piensan, resuelven problemas y cómo esta mirada permite alcanzar distintas y mejores alternativas de solución.

Al usar el proceso de diseño para repensar nuestros modelos de negocios, construimos ofertas de valor altamente diferenciadas con foco en las personas y promovemos la comprensión de los atributos de valor más importantes para los clientes.

El objetivo de utilizar esta aproximación metodológica en equipos de innovación de alto desempeño, es que aprendan a regular la incertidumbre de un proceso de creación de valor. Por ello, en etapas tempranas, debemos aprender a identificar cuál es el problema a resolver, resignificando necesidades desde la perspectiva del otro (empatía) y luego dar soluciones en base a esas necesidades, las cuales se validan a partir de una serie de prototipos de baja resolución, para poder abrir así nuevos espacios inexplorados para el desarrollo de productos, servicios, procesos o interacciones.

Una organización que haya integrado efectivamente esta mirada a sus procesos de innovación, buscará un equilibrio constante entre necesidades funcionales y emocionales, entre capacidades actuales y las que quiere desarrollar, entre lo racional y el valor percibido. Así, un equipo podrá gestionar sus procesos de creación de valor de forma efectiva, alternando etapas de convergencia y divergencia para la exploración de nuevas y mejores oportunidades de negocio.

La colaboración radical (trabajo interdisciplinario basado en la confianza) es un requerimiento y no puede ser una excepción, pues contribuye a potenciar cada una de las fases del proceso de innovación. Así, para la exploración de nuevos conceptos de negocios, además de legitimar y sistematizar medios básicos y avanzados de expresión y comunicación, se podrán utilizar una gama de herramientas para la definición de perfiles de consumidores, la generación de ideas, de prototipado de conceptos o construcción de escenarios, lo que permite aumentar el potencial de innovación, prospectar oportunidades, explorar necesidades latentes y mejorar la comprensión de necesidades actuales.

¿Cuáles son las etapas del proceso de Design Thinking?

El Design Thinking se aproxima a las ideas de una forma distinta a las exploradas desde el pensamiento lineal. El pensamiento de diseño es, en su base, un proceso no lineal para el entendimiento, definición y solución de problemas. Se entiende que un problema es siempre una oportunidad y por ello se deben explorar múltiples y posibles soluciones o ideas. Para un Design Thinker es un requerimiento la búsqueda de múltiples puntos de vista.

Siempre se debe considerar como punto de partida la observación de las personas y entender este proceso como un sistema de etapas entre las cuales puedo ir y volver, más que una secuencia rígida de pasos.Estos son:

1. Fase de inspiración (identificación del problema): Es la etapa de hacer preguntas, plantear, observar e identificar los problemas. Esto motiva la búsqueda de múltiples fuentes de información en las cuales se deberán utilizar, principalmente, herramientas cualitativas para la comprensión de necesidades latentes.

2. Fase de ideación: Sintetiza los hallazgos, evalúa, desarrolla, prueba y testea múltiples ideas.

3. Fase de experimentación: Es la etapa donde se evalúan hipótesis de forma rápida y barata antes de salir al mercado.

El pensamiento de diseño es un proceso recursivo en el que se plantean nuevos escenarios, se propone, se experimenta, se hacen prototipos, se evalúan, se corrigen, se vuelven a evaluar y a corregir. La razón de esta iteración se relaciona con la naturaleza del Design Thinking como un proceso sistemático de carácter exploratorio. Aquí se dejan abiertas las posibilidades de descubrimientos inesperados, permitiendo integrar los nuevos hallazgos en cualquiera de sus etapas, con el objetivo de enriquecer un proyecto de innovación.

¿Cómo se puede facilitar la implementación de un cambio de estrategia a través del Design Thinking?

El desarrollo de un producto, servicio o proceso, es algo que nunca termina. Prácticamente en casi todos los casos siempre habrá que avanzar hacia una mejora o nueva versión de la solución original. Esta misma situación ocurre con las estrategias. El mercado siempre está cambiando y las estrategias de negocios necesitan adecuarse a nuevas demandas. Aspecto clave en una economía de la "experiencia" como en la que nos encontramos.

Los procesos de creación de valor en innovación tienen aún una tarea pendiente por resolver, que  es el salir a la vida cotidiana a observar a las personas en su contexto y conectarse, en consecuencia, con buenas historias que develen necesidades reales. Durante este proceso, nos encontraremos con oportunidades latentes que llevan mucho tiempo esperando por alguien que sea capaz de entender un problema en profundidad y accionar soluciones simples en base a desafíos bien validados. Esta habilidad debe ser transversal y, sobre todo, replicable para toda la organización.

Antes que una buena idea, las ofertas de valor tienen una necesidad por resolver y esto implica entender cuáles son las motivaciones de las personas y preguntarse, con legítimo interés en el otro, cuáles son los aspectos determinantes en la configuración de su realidad determinada. Esto implica, necesariamente, entrenarse en no cerrar el entendimiento de los problemas antes de tiempo con soluciones que vengan de una realidad que es más propia del observador que del observado.

En síntesis, los principales desafíos están en que la incorporación de este proceso de pensamiento debe involucrar cambios transversales, desde las estructuras internas y de gestión de procesos, hasta las personas a cargo de las distintas áreas y procesos. Es fundamental que toda la compañía se involucre en este proceso.

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