¿Cómo ve la perspectiva de recuperación para 2018?
La perspectiva de recuperación se ve apropiada. Compartimos la visión del Banco Central, con un crecimiento del PIB muy cercano al 3%, el doble del crecimiento en 2017.
¿Concuerda con que el rango 2,5 a 3,5% se dará más allá del resultado electoral?
Sí, concordamos con que un crecimiento de 3% para 2018 es bastante independiente del ciclo político. Primero, porque tenemos base de comparación bastante baja y más allá de la base de comparación, proyectamos una economía internacional más dinámica y uno de nuestros socios comerciales, Brasil, con una fuerte recuperación económica para el próximo año. También es favorable para nuestra economía la recuperación del precio del cobre.
El BC reitera su visión de una tasa en 2,5% por un tiempo prolongado. ¿Le parece correcta esta visión?
Si bien una baja en la TPM habría sido muy positiva en el tercer trimestre de este año, se perdió la oportunidad de mantener un tipo de cambio más positivo, tanto para el comercio como para la actividad, en un contexto de inflación baja. Con el actual precio del petróleo y las perspectivas para el mismo, junto con un tipo de cambio más depreciado, existe menos urgencia por disminuir la TPM, y la opción se vuelve menos relevante.
¿Cuál es el principal riesgo negativo en el caso del crecimiento económico, en el plano externo e interno?
El principal riesgo para el crecimiento económico en Chile viene por el plano externo. Específicamente, sorpresas inflacionarias en EE.UU. podrían acelerar la velocidad de aumento de la TPM y/o acelerar el ritmo de normalización del balance de la Fed. Otra fuente de riesgo, más probable, es el aumento del déficit fiscal en EE.UU, asociado al programa de Trump, que también podría gatillar mayores tasas de interés de corto y largo plazo en EE.UU., teniendo efectos en el mercado de capitales de las economías emergentes.
En el plano interno, si bien el tema político añade volatilidad en el corto plazo, ambas candidaturas plantean como objetivo un mayor crecimiento económico y mayor inversión, por lo que más allá del ruido puntual, el próximo año será positivo para la economía doméstica.