Claudia Schmitd (38) saca un par de cuentas: lleva 16 años trabajando en Chile y ha destinado la mitad de ellos a su rol de modelo encargada de los anuncios en Morandé con Compañía. Luego agrega un puñado de conclusiones: en todo ese recorrido, no sólo se mantuvo como permanente rostro secundario del espacio más reconocible de Mega, también cercó su vida privada y, en general, distanció su figura de las polémicas.

"Creo que el reality puede romper ese límite, porque abre muchas puertas a las que antes yo no permitía entrar. Siempre busqué eso y lo logré, porque la gente me destaca que soy piola y que no le he sacado provecho a ningún escándalo", afirma, añadiendo que "me preocupa la polémica, sé que corro riesgos que me pueden hacer salir perjudicada y todo, pero no creo que sea así, intentaré manejarlo lo mejor posible", asume ante su actual giro laboral: la uruguaya es uno de los 24 participantes de Mundos opuestos 2, el reality de Canal 13 que debuta este domingo 13 y donde compartirá roles con Mauricio Israel, el ex cantante de La Noche Yoan Amor y el hijo del ex alcalde de Providencia Cristián Labbé Jr., entre otros.

Entonces, si la polémica y la revelación de facetas personales incómodas forman parte de la genética de un reality, la pregunta es lógica: ¿Por qué aceptó? Schmitd dice que le han ofrecido integrar varios éxitos del formato en los últimos años, como la primera entrega de Mundos opuestos y Pareja perfecta. "Pero las conversaciones fueron muy encima y no se dieron los tiempos", explica. Luego acota: "En cambio, acá me calzaron mis tiempos familiares y la opción de dejar a mis hijos con mi mamá. Siempre quise participar de esto. Además, había un equipo que me da confianza y que cuenta con el respaldo de la primera versión".

Por otro lado, Schmitd también asume que el paso por un reality de éxito puede precipitar su escalada como figura con vuelo propio, mostrando una faz más versátil y sacudiéndose la sola función de modelo que ha extendido en su vida televisiva. De hecho, el pasado fin de semana se despidió en pantalla de Morandé con Compañía, justo cuando el programa vive un repunte de rating en los últimos meses, gracias a su nuevo horario y a la consolidación de nuevos personajes. La figura sigue: "En Chile me conocen en un solo rol televisivo y no como soy realmente. Este programa hará que se vea mi realidad como persona. Ojalá que me dé nuevas posibilidades, todo puede pasar", analiza. Y sigue: "Con respecto a Morandé..., nunca me sentí agotada de mi papel ni nada de eso. Volvería sin problemas. Además, dejé el barco no cuando se estaba hundiendo, sino que cuando iba por aguas tranquilas".

Finalmente, y con respecto a las expectativas por replicar el fenómeno de su antecesor, la modelo es clara: "Lo vamos a superar. Estoy segura. Por el equipo que hay detrás y porque casi todos los competidores son desconocidos, entonces la gente se irá encariñando con ellos. De nombres como Mauricio Israel preferiría no hablar. Lo conozco de los años en que estuvo en Mega, pero por ahora prefiero no emitir opiniones".