En algún momento pareció haber más escritores que lectores y actualmente podría creerse que hay casi más editores que escritores. Pero es sólo una impresión, porque no obstante el auge de las editoriales independientes, especialmente las minúsculas, en el otro extremo del ambiente de la edición, el de las editorial grandes, continúan los movimientos de concentración.

El ejemplo más claro sería Penguin Random House, el grupo editorial más importante del mundo, el que adquirió hace un tiempo Santillana y recientemente Ediciones B. Pero sería menos una estrategia agresiva que una defensiva para hacer frente a gigantescas empresas tecnológicas como Apple, Amazon o Google. Así al menos lo cree el director de la división literaria de Penguin Random House, Claudio López de Lamadrid (Barcelona, 1960), hombre de larga trayectoria y amplia influencia en el sector del libro en castellano, quien estuvo recientemente en Santiago, siempre interesado por lo que sucede en Latinoamérica, de donde son muchos de los autores que ha elegido publicar.

De hecho, López fue uno de los presentadores de la nueva novela de Rafael Gumucio, El galán imperfecto, y estuvo también en el lanzamiento de Desastres naturales, de Pablo Simonetti, ambos autores de su casa editora.

Pareciera que ahora hay más editores que nunca.

Hoy en día es más fácil, sobre todo es más barato ser editor. No necesitas más que una computadora personal (y un buen proyecto, claro). Incluso parece una profesión que atesora glamour.

Usted tenía muchas expectativas en el libro electrónico. ¿Las sigue teniendo?

El libro electrónico se ha estancado. En Estados Unidos se ha estancado en torno a un 30% de las ventas, que es un porcentaje menor de lo que se creía hace unos años pero es un porcentaje muy alto. En España y Latinoamérica la piratería sigue campando por sus respetos, y el índice es bastante más bajo. Un 3% si atendemos a todo el mercado. En torno al 10% para los libros literarios.

También tenía expectativas en Latinoamérica. ¿Continúan?

Latinoamérica, con todas sus crisis y fluctuaciones, sigue siendo el presente de la edición en lengua castellana. Por número de escritores, por calidad, por fruición, por pasión… En lo que me equivoqué es en pensar que el mercado se iría unificando. Ha sucedido más bien lo contrario: al público fundamentalmente lo que le gusta es lo local.

¿Cuál cree que es la relación ideal entre editor y lector?

El editor hoy en día dispone de las herramientas para poder comunicarse con el lector. La relación ideal es una de comunicación y comprensión. Los editores no podemos vivir de espalda a nuestros lectores. Más bien todo lo contrario.

¿Lo digital ha disminuido la capacidad de concentración lectora?

Varios estudios coiniciden en que ha disminuido la comprensión lectora, no la concentración. Yo leo mucho en digital, le diría que leo igual o más en digital que en papel, y reconozco que suelo leer en digital las novelas más de entretenimiento, mientras que reservo para el papel la poesía o el ensayo, géneros que requieren de una mayor comprensión. Por consiguiente, la respuesta debe de ser que sí.

Hablando de concentración, ¿cómo está la de Penguin Random House, tras comprar Santillana y ahora Ediciones B?

Creemos que siendo más fuertes, optimizando los recursos, aprovechando sinergias, nos va a resultar más fácil afrontar los tiempos difíciles que se avecinan.

¿Cómo ve el futuro del mundo editorial?

Complejo y apasionante. Como siempre lo he visto.