Es un europeo cosmopolita que tiende a narrar historias melancólicas, se lo considera un excelente germanista y tiene fama de ser uno de los ensayistas culturales más brillantes de Italia. Claudio Magris, transeúnte de las fronteras entre literatura y filosofía, a la vez que viajero de la cultura europea, es popular tanto por su obra literaria como por sus posiciones humanistas y su actitud abierta.
El escritor nacido en Trieste hace 70 años, considerado desde hace tiempo uno de los candidatos más firmes al Premio Nobel de Literatura, fue laureado con otro galardón prestigioso que él mismo catalogó de "un mito": el Premio de la Paz que entregará en octubre, durante la Feria Internacional del Libro de Frankfurt, la industria editorial alemana, dotado con 25.000 euros (35.000 dólares).
En la fundamentación del premio se subraya que fue elegido por ser partidario de una Europa "que tiene en cuenta y defiende su tradición y multiplicidad histórica y cultural".
Junto a Umberto Eco pertenece al linaje de autores que mejor reflejan la multifacética intelectualidad italiana. Quien nace en un territorio fronterizo, como lo es Trieste, "en el cruce del mundo italiano, eslavo y germano", tiene a la tolerancia por un valor especialmente destacado y a la vez complejo, señaló Magris en un ensayo de 2001. Su obra se nutre de esta tensión vital.
"Tuvo mucha suerte", escribió el mismo Magris sobre Magris en su Autodizionario. "A los 29 años obtuvo una cátedra universitaria y recibió numerosos premios." En este estilo liviano, pero no superficial, informa sobre sí mismo el hijo de un empleado de seguros y una maestra. Agrega: "Odio el silencio de las bibliotecas, escribo en el tren y en la cafetería." No suena a un trabajo de erudición, pero sus conocimientos y el vuelo de su pensamiento lo han convertido en uno de los germanistas más reconocidos.
Magris apenas había pasado los 20 cuando se hizo famoso con su tesis doctoral El mito de los Habsburgo en la literatura austríaca (1963), que se ha transformado en un clásico moderno de la historia de la literatura.
Prosiguió su indagación tras las huellas de la cultura europea con mayor éxito aún en Danubio. Biografía de un río, en 1986. Trieste, una identidad de frontera, escrito en 1987 junto al historiador Angelo Ara, pertenece a la misma serie.
Como narrador describió en Conjeturas sobre un sable (1984) los últimos días de un ejército de cosacos que acompañaba a las tropas nazis en el Friuli. En Otro mar (1991) se adentra en la biografía viajera de Enrico Mreule, quien llega hasta la Patagonia argentina, y en su relación con un filósofo de muerte prematura.
Sus conmovedoras historias de Microcosmos (1997), ambientadas en una Trieste melancólica, lo hicieron merecedor del Premio Strega, la máxima distinción literaria italiana. Su frase "recibió numerosos premios" se corresponde con los hechos. En 2004 le otorgaron el Príncipe de Asturias de las Letras, en 2005 el Premio del Estado de Austria para Literatura Europea. La Universidad Complutense lo designa doctor honoris causa en 2006. También obtuvo el Premio Erasmus y este año el Premio Campiello Germania antes del de los libreros.
Magris se destacó también como columnista del Corriere della Sera, despotricando por ejemplo contra la guerra como recurso para toda emergencia internacional. Por un tiempo fue también senador independiente de la izquierda, en oposición a Silvio Berlusconi.
Partidario ferviente de una "Europa sin fronteras", multifacética y dispuesta al diálogo intercultural, tradujo al italiano a numerosos autores alemanes como Joseph Roth, Georg Büchner y Heinrich von Kleist. Entre 1978 y 2005 ocupó la cátedra de Nueva Literatura Alemana en la Universidad de Trieste.