Tras la pobre participación por el ascenso en la temporada 2013-2014 por parte de Magallanes (décimo, con 47 puntos), los directivos del club apostaron por cambiar al cuerpo técnico de Osvaldo Hurtado, que llevaba seis años en el puesto, y contar con una cantidad reducida de incorporaciones al plantel, pero que fueran visadas por el nuevo estratega.

Y apostaron por un entrenador joven. El argentino Claudio Úbeda (44 años) es el encargado de llevar las riendas del equipo en su búsqueda por el único cupo por el ascenso, la que comenzó con triunfo 2-1 sobre Coquimbo y que ayer sumó otro más, sobre Copiapó por la cuenta mínima.

"Jorge Berríos, a quien tuve de gerente deportivo en Racing, hace tres meses se contactó conmigo... Viajé a conocer el lugar de entrenamientos y tomé la decisión", asegura el transandino.

"El proyecto es ambicioso de esta nueva dirigencia, de tratar de poner a Magallanes en el lugar que en algún momento de la historia tuvo, fue un factor a considerar a la hora de tomar la decisión", agrega.

Pero no sólo lo deportivo influyó en la decisión: "También está, de cierto modo, la parte afectiva. Tuve un pasado muy grande en Racing. A Magallanes también se le conoce como la Academia, el color de la camiseta es el mismo. Racing tiene un sentido de pertenencia muy grande, al igual que Magallanes".

Plasmar un estilo

El fútbol ofensivo es algo que se ha tratado de imponer desde hace ya un tiempo con fuerza en el fútbol chileno y para Úbeda, la consolidación de un estilo de juego en sus equipos, es algo trascendental.

"Siempre me gustaron los equipos agresivos, que salen a buscar los partidos, que presionan mucho en campo rival. Lo primordial para nosotros será buscar el buen trato del balón", asegura.

Para el DT, la importancia no solo radica en mostrar un buen juego. Lo sicológico también juega un rol fundamental: "El éxito deportivo está ligado al sentido de pertenencia. Ahora estoy en Magallanes y para mí es el mejor equipo del mundo. Eso intento transmitirle a mis jugadores".

También cree que el nuevo modelo de torneo, con un solo ascenso, puede llegar a ser perjudicial para los equipos con menores recursos. "En los campeonatos largos los planteles más importantes son los que terminan imponiendo su poderío. Everton y Rangers son los equipos que más se han reforzado, por lo que serán los principales candidatos".

Es por eso que la meta para el entrenador no está solo ligada a los éxitos deportivos, sino que también a la trascendencia con el club. "Mi apuesta es lograr un nivel de compenetración con la hinchada como la que tuve con Racing. Además, confío en que podremos pelear por el ascenso"