Claves para entender el debate de los candidatos a vicepresidente de EEUU

Este jueves el demócrata Joe Biden y el republicano Paul Ryan se verán las caras en Danville, Kentucky. Los analistas sostienen que será el momento de los "golpes bajos" de la contienda electoral.




Este jueves se verán las caras en Danville, Kentucky, los candidatos a vicepresidente de EEUU: El demócrata Joe Biden y el republicano Paul Ryan, un debate que los analistas coinciden en señalar como "la hora de los golpes bajos".

PERFILES
Los demócratas cuentan con Biden, de 69 años, para atenuar el ímpetu del candidato presidencial republicano Mitt Romney, quien ha ganado terreno tras una actuación sólida en su cara a cara contra el Presidente Barack Obama la semana pasada. Biden es conocido por ser reservado y sus declaraciones en la campaña electoral a veces han sido noticia por las razones equivocadas.

Pero como veterano de dos campañas presidenciales y con 36 años en el Senado, tiene experiencia en debatir, la que puede combinar con un conocimiento cabal de la política.

En la veredda de enfrente, Ryan (42) como uno de los pensadores más importantes del movimiento conservador, combina un comportamiento educado con una voluntad inquebrantable para delinear los pasos que reducirían drásticamente el papel del gobierno federal.

Si bien no ha debatido en este nivel antes, Ryan tiene años de experiencia de venderle ideas conservadoras a los votantes que no están a gusto con ellas.Su distrito electoral en el sureste de Wisconsin es uno de los más políticamente equilibrados en el país, pero Ryan ha ganado su reelección con facilidad en los últimos 14 años, incluso cuando ha instado a recortar los programas populares de ayuda social, consigna Reuters.

ESTRATEGIA

Varios analistas sostienen que la postura de Obama en el primer debate con Romney fue deliberada y formó parte de una estrategia de campaña para garantizar que el Presidente guardara el decoro -siendo siempre más "Presidente" que "candidato"-, lo que dejaría el "trabajo sucio" en manos de su segundo, Joe Biden.

"El equipo de Obama decidió que él debía actuar como Presidente de Estados Unidos y, por tanto, no entrar en los asuntos personales de Romney", explicó en declaraciones a Efe el profesor emérito de comunicación política de la Universidad de Iowa Bruce Gronbeck. "El vicepresidente se ocupa del trabajo sucio, de los golpes bajos, y así permite al candidato presidencial mantener su imagen de hombre de Estado", indicó.

En este mismo sentido se expresó el analista político Michael Medved, quien llegó a preguntarse en declaraciones a la publicación digital The Daily Beast si Biden "usaría" a su contrincante republicano en el debate de candidatos a vicepresidente, Paul Ryan, para atacar a Romney en lo personal.

"Un buen ataque de Biden a Romney a través de Ryan podría conllevar muchas ventajas para los demócratas", aseguró Medved, puesto que, además de satisfacer a los televidentes pro-Obama, dejaría a Ryan "ante una situación muy comprometida". "Si, en el debate, Biden acusa a Romney de plutócrata, oportunista y hombre de negocios oscuros como ha hecho durante la campaña, pondrá a Ryan ante una difícil elección", sostuvo Medved.

Del mismo modo, el verdadero "objetivo" de Paul Ryan durante el debate debería ser atacar a Obama, según explicó al diario The Washington Post la periodista y analista política conservadora Jennifer Rubin, lo que ayudaría al tándem republicano a dar un nuevo "golpe de efecto" en la carrera presidencial, tras el aparente éxito del pasado debate.

"Paul Ryan es un atacante nato, es un candidato incluso más fuerte que Romney", aseguró el profesor Gronbeck, quien, en cualquier caso, auguró un debate "más duro y agresivo" que el de presidentes, y en el que los ataques personales "jugarán un papel fundamental".

FORTALEZAS Y DEBILIDADES
El debate presidencial de la semana pasada fue sobre temas económicos, pero el encuentro entre los candidatos a vicepresidente podría depender de un solo tema: Medicare. Ryan construyó su reputación sobre una propuesta que sería privatizar parcialmente el plan de salud de los ancianos y las personas con capacidades diferentes, en un esfuerzo por evitar que los costos de salud desborden el presupuesto federal.

Los demócratas dicen que el plan obligaría a los retirados a pagar miles de dólares más para recibir tratamiento médico. Los espectadores deben esperar que Biden salga a atacar por ahí -los demócratas han ganado las elecciones por décadas advirtiendo que los republicanos quieren desmantelar el programa- y el tema parece estar funcionando a su favor este año. 

Pero Ryan tiene años de práctica en describir el plan para un público escéptico. El debate del jueves podría ser la mejor oportunidad para que la candidatura republicana conquiste a los votantes independientes que temen que Obama no ha hecho lo suficiente para frenar el déficit presupuestario.

En tanto, la campaña de Romney ha intensificado su crítica a la política exterior de la administración Obama después de los ataques del mes pasado en las misiones diplomáticas de Estados Unidos en Medio Oriente, y Ryan, sin duda, está bien informado de los pormenores de los asuntos exteriores.

Pero al enfrentar a Biden se encontrará con un ex presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado que se encargó de la retirada de la administración Obama de Irak. Sobre el papel, las diferencias son enormes. Pero eso no significa necesariamente que Biden tiene una ventaja.

"A veces profundizas tanto que sabes demasiado y te vuelves ineficaz", dijo Cal Jillson, cientista político de la Universidad Metodista del Sur. "Lo que Biden tiene que hacer es tomar todo lo que él sabe y procesarlo en ideas fáciles de entender para los votantes que no son expertos. Ryan tiene que hacer lo mismo, pero tiene que sonar como si supiera lo suficiente como para ser creíble", agregó.


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