A sólo dos meses de que los inscritos para el proceso de Admisión 2010 rindan la PSU, el ambiente se carga de ansiedad. El tiempo que queda es poco, las tareas son muchas y los días parecen pasar cada vez más rápido.

Es hora, entonces, de evaluaciones y de que quienes rinden este examen, revisen su nivel de preparación y tomen las medidas necesarias para enfrentar bien este desafío.

Según Carmen Gloria Muñoz, directora de Extensión del Preuniversitario Cepech, este último periodo se caracteriza por ser un tiempo de aprehensiones en el que, sin embargo, "aún se pueden lograr cambios en la forma de procesar la información, atendiendo al hecho de que el foco de la prueba son las habilidades que el alumno debió haber desarrollado en su paso por la enseñanza media".

Por su parte, la sicóloga y jefa del Departamento Psicopedagógico del Preuniversitario Pedro de Valdivia, Virginia Seyler, indica que en este periodo los postulantes se ponen más ansiosos. "Esto redunda en que tratan de estudiar más, intentan hacerse un horario de estudio y las consultas sobre ansiedad y estrés aumentan".

La especialista explica que en el primer semestre las consultas responden a temas como falta de concentración y de hábitos; sin embargo, en el segundo semestre, las consultas derivan a falta de sueño, ansiedad y estrés.

MANEJAR LA ANSIEDAD
Un tema fundamental en este periodo es saber como enfrentar la ansiedad. A este respecto, la sicóloga Virginia Seyler, señala que "los jóvenes que van a dar la PSU, probablemente van a mostrarse ansiosos y activados. En estos casos, si se está muy relajado, no se rendirá de acuerdo al potencial. Por el contrario, si los niveles de ansiedad superan la normalidad, también baja el rendimiento".

Entonces, ¿cómo detectar cuando la ansiedad sobrepasa los limites? Según la especialista, hay algunas señales a las que se debe poner atención, como: aumento en los latidos del corazón, transpiración, movimientos repetitivos de alguna parte del cuerpo. "Si alguien no transpira mucho y de pronto está mojado entero, es que claramente sobrepasó los límites", asegura Seyler.

En Cepech han desarrollado estrategias especiales para este último periodo, que ayudan a enfrentar el tema de la ansiedad. "Después del 18 de septiembre, incorporamos talleres grupales de manejo de la ansiedad. Uno de ellos es el de manejo de la ansiedad a través de técnicas de relajación, ya que relajar el cuerpo ayuda a controlar la tensión interna", explica la sicóloga.

Para los talleres de relajación usan dos técnicas. Una es la Jacobson-borkovec, que consiste en reconocer el estado de tensión y relajación de distintos segmentos del cuerpo, y luego apretar las manos y soltarlas, para reconocer que segmento del cuerpo esta tenso de manera de relajarlo. La otra es la técnica Schulz, que considera el sistema nervioso simpático y parasimpático. El primero comanda las respuestas de alerta, el segundo se relaciona con con gozar y disfrutar. Ambos funcionan en forma antagónica: el primero, tensión, y el segundo, relajación. Según Seyler, en la medida en que se aprende a controlar esto, se logra manejar los niveles de ansiedad. Por ejemplo, la comida dispara el sistema nervioso parasimpático, y hace que el sistema simpático baje, aunque por poco tiempo.

FANTASÍAS CATASTRÓFICAS
Un fenómeno recurrente es que la ansiedad genere en los jóvenes la aparición de ideas irracionales y fantasías catastróficas. Esta son, por ejemplo "que se me pierda el carnet o que llegue atrasado". En este caso la sicóloga recomienda reconocer las salidas prácticas y adoptar conductas de autocuidado y preventivas, como no carretear, no intoxicarse y comer sano, antes y durante los días de la PSU.

Por su parte Carmen Gloria Muñoz, de Cepech, recomienda que los jóvenes eviten las evasiones, como alcohol o las drogas, ya que embotan y luego dejan sentimientos de culpa y vacío. Asimismo, sugiere que se debe regularizar el sueño evitando los trasnoches; esto se puede lograr complementando el estudio con otras actividades, como el ejercicio corporal: nadar, pasear o andar en bicicleta.

Muñoz recomienda, también, dedicar tiempo a actividades recreativas y relajantes, como compartir con la mascota, ver películas, o leer otro tipo de literatura. Asimismo, coincide en que comer sano es muy importante, y que se debe mantener una dieta que incorpore frutas, verduras y mucha agua, especialmente cuando se encuentren en estados de ansiedad.

EL ROL DE LOS PADRES
En este periodo es fundamental que los padres apoyen a sus hijos, entregándoles confianza y afecto. Por ello es ideal que ellos propicien momentos para que la familia pueda compartir unida. En opinión de Carmen Gloria Muñoz, "compartir paseos con la familia es ideal".

Por su parte, la profesional del Pedro de Valdivia, cree que los padres deben estar alerta y disponibles para ayudar, pero sólo intervenir esporádicamente. "Un papa que pregunta todos los días o semanas no va a cambiar una conducta en sus hijos. Puede incluso obligarlo a estar sentado 4 horas diarias, pero eso no asegura que un joven esté estudiando. La idea es chequear de manera propositiva como va. Las preguntas deben ser del tipo '¿sientes que avanzas? ¿hay algo en que te podamos ayudar?'. El interés debe manifestarse desde el apoyo y no desde el control o el juicio", concluye Seyler.

PREGUNTAS FRECUENTES

Estas son algunas preguntas que surgen en los jóvenes con mayor recurrencia en este periodo cercano a la PSU, junto a algunas respuestas y recomendaciones de la sicóloga Seyler, que se pueden seguir en cada caso.

- ¿Y si no duermo bien? No importa, pero se debe tratar que esto no se transforme en una profecía autocumplida. En cualquier caso, la ansiedad genera un nivel de activación natural que hace que el sueño sea un tema secundario.

- ¿Y si me quedo en blanco en la prueba? En este caso se debe dejar el cuadernillo en la mesa, cerrar los ojos, hacer ejercicios de respiración y retomar el control de a poco. No se debe intentar responder todo, sino leer una pregunta e intentar responder de a poco.