La banca ha resistido con éxito la crisis financiera internacional y su impacto en la economía local. Una de las vías para superar este complejo escenario fue dar prioridad a la entrega de crédito a segmentos con menor riesgo.
Banco Santander, el mayor actor del sistema financiero local, tomó este camino. Cifras de la entidad al primer semestre, indican que del total de los créditos dados a personas, el 58,7% se explica por el segmento de rentas altas -clientes con ingresos sobre $1,8 millón- y hace un año ese tipo de usuarios reflejaba el 52%.
En cambio, los préstamos a personas de ingresos medios y bajos tuvieron un peso menor dentro del total de los créditos.
El gerente de productos de Banco Santander, Sergio Avila, dice que el éxito de esta política está en su Banca Prime, a la cual sumaron la Banca Privada, para clientes de alto patrimonio y otros servicios.
En la industria coinciden en que los bancos se cubrieron de la crisis priorizando estos segmentos. "Desde el punto de vista de un banquero tradicional, no es raro que traten de concentrarse en estratos más estables y de mayor solvencia", dice el ex superintendente de Bancos, Guillermo Ramírez.
El presidente ejecutivo de Gemines Management, Juan Luis Kostner, advierte que en las crisis es obvio que el banco trata de evitar el riesgo. "Todo lo que huela a incertidumbre implica riesgo y ese riesgo lo debes pagar; a mayor riesgo vas a demandar mayor rentabilidad, pero en periodo de crisis uno se abstiene de ganar plata cuando los riesgos son demasiado altos", afirma.
No obstante, Ramírez cree que esta mirada cambiará. "Tiene que ser transitorio, es una estrategia coyuntural, no es sostenible en el mediano y largo plazo, porque el crecimiento futuro está en sectores medios y bajos. Es probable que los bancos ya estén empezando a cambiar", dice.
Y la mejora del sector se notó en septiembre. Según las estimaciones del Santander, el mes pasado se notó un avance en el ritmo de colocaciones del sector, lo cual permitió que el tercer trimestre cerrara con un crecimiento cero, superando la caída de los primeros dos trimestres.
No sólo en el ritmo de los créditos se nota la recuperación, también en la morosidad de los clientes. Los números del Santander señalan que la industria bancaria vio caer el monto de créditos morosos a su más bajo nivel en el año, sumando $383.172 millones. Acumula una baja de 16,6% respecto del peak de morosidad registrado en abril de este año, con $459.529 millones.
El porcentaje de créditos morosos sobre el total de colocaciones, también siguió cayendo a 2,82%, el nivel más bajo en medio año. La estrategia del Santander será destinar mayores recursos a cobranzas, enfocándose en la deuda menor a 90 días.