La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, advirtió a Siria en torno al uso de su arsenal de armas químicas, ante las sospechas de que el gobierno de Damasco pueda utilizarlas.
Clinton, que se encuentra en Praga, explicó en una rueda de prensa que "estamos planeando tomar acciones si esa eventualidad se hace realidad".
Según agrega, el uso de este tipo de armamento constituye "una línea roja para Estados Unidos", y volvió a calificar el comportamiento del régimen de Assad como "reprensible".
La secretaria de Estado recordó la condena internacional al regimen de Assad, y que Estados Unidos "está con la comunidad internacional, también en el caso de que haya evidencia de que se haya evidencia de que se haya ignorado la opinión mundial en este tema".
Clinton aprovechó su paso por Praga para apoyar las aspiraciones del consorcio estadounidense Westinghouse, que busca construir dos nuevos reactores en la central nuclear de Temelin, en la zona sur de la República Checa.
"Creemos que Westinghouse ofrece la mejor alternativa para el proyecto en términos de seguridad y eficiencia. Supone empleos y oportunidades económicas", dijo la secretaria de Estado.