Hace un mes, el gerente general del Club Hípico de Santiago, Juan Pablo Lira, se reunió con las principales productoras de eventos del país. La idea era exponer algo que ya ha quedado en evidencia: el inmueble está disponible para el desarrollo de grandes eventos.

Es que la baja en las apuestas -en 2008 cayeron 0,9%, pero en el primer trimestre el descenso se agudizó  a 7,1%-, sumado a un recinto de 80 hectáreas, una de las casonas más emblemáticas del país y un acceso expedito tiene al directorio interesado en aprovechar al máximo el establecimiento. Una muestra: hace algunos meses el directorio contrató a un profesional para desarrollar el área. "Desarrollamos una comisión centrada en eso y estamos trabajando fuertemente", sostiene el director Roberto Allende. Las medidas han dado resultado. Desde hace tres años los matrimonios y eventos en general han crecido 30% al año.

EL AUGE DE LOS CONCIERTOS
Este año el Club Hípico, cuyo presidente es el también director de Falabella Carlos Heller, se convirió en el anfitrión de tres de los principales conciertos que se han desarrollado: Jonas Bothers, Iron Maiden y la Cumbre del Rock Chileno. Depeche Mode tocará ahí en octubre. A juicio de Allende, el motivo de este auge ha estado dado, principalmente, por la prohibición de realizar eventos en el Estadio Nacional. "Hemos crecido bastante en el desarrollo de musicales, porque en algunos casos las productoras han tenido problemas con el Estadio Nacional y han acudido a nosotros". En 2008 ningún gran evento se desarrolló en el lugar.

En promedio, el Club Hípico cobró $ 30 millones por cada recital, considerando que sólo pone el establecimiento y en algunos casos la seguridad. El Club Hípico también se ha convertido en un lugar predilecto para realizar matrimonios. El año pasado se efectuaron 106 los días sábado. Los viernes no se puede, pues hay carreras hasta las 22 horas.

El atractivo del lugar los llevó, además, a abrir más salones destinados a este ítem. "Al principio usábamos sólo un salón, pero ahora hemos abierto tres más", sostiene Lira. Uno de ellos es el Salón Mármol, el más caro del recinto: 160 UF en temporada alta ($ 3,2 millones) y 128 UF en baja.

LOS INGRESOS
Pese a la diversificación que intenta el Club Hípico, las apuestas siguen siendo su negocio principal. El año pasado el Club Hípico facturó$ 8.038 millones y el 83,6% provino de las apuestas. El 16,4% viene del desarrollo de otros negocios. Lira asegura que realizar eventos es rentable, ya que el gasto asociado es menor que lo que exige la actividad hípica.

En 2008 las apuestas ascendieron a $ 43 mil millones, de los cuales $ 30 mil millones correspondieron a apuestas acertadas por el público. Lira dice que en eventos, el Club Hípico movió $ 450 millones el año pasado.

Para este año, debido a la crisis, la firma no tiene previsto crecer en matrimonios, seminarios o conferencias. Sólo en conciertos. Ya han realizado tres y viene un cuarto. Y están disponibles para más.