La tabla del Consejo de Presidentes que se desarrollará hoy en la sede de la ANFP, en Quilín, incluye el debate de las modificaciones a la ley de Violencia en los Estadios que propuso la Comisión de Deportes y Recreación de la Cámara de Diputados.
En este escenario, los clubes se abocaron a preparar sus propuestas, que se traducirán en la postura que expondrá el presidente del fútbol chileno, Sergio Jadue, en la sesión de la Comisión del lunes 29. Ayer, el calerano confirmó su asistencia.
Las instituciones consideran excesivas las exigencias que plantea el proyecto y, sobre todo, la ampliación de las responsabilidades y las multas que establecerá el nuevo cuerpo legal. En ese sentido, advierten que el alza de la inversión en los dispositivos de seguridad y el riesgo de verse enfrentados a pagar por los destrozos que provoquen sus aficionados podría obligarlos a traspasarles los costos a través del incremento en el valor de las entradas.
"Es probable que ocurra. Si la ley se aprueba como está, vamos a tener que tomar pólizas de seguro más altas. Hoy, una de ellas cuesta 40 mil dólares anuales, pero, con la nueva ley, podría llegar a los 100 mil dólares, pues habrá más riesgos que deberán estar cubiertos por la respectiva prima", explica Alejandro Paul, gerente general de Blanco y Negro.
En los últimos días, ha existido comunicación permanente entre los dirigentes de las instituciones. La intención es llevar al pleno de hoy avances concretos. En esas conversaciones, se ha analizado, incluso, la opción de ejercer alguna medida de presión, como disputar alguna jornada sin público. "Sería una respuesta del fútbol chileno como reproche a un proyecto que carga en los clubes una responsabilidad que no tenemos. Los clubes hemos acatado e implementado las medidas que nos han pedido. Pero hay soluciones que no están en nuestras manos", graficó Manuel Donoso, gerente general de Antofagasta.
En Unión Española estiman que, más que un amedrentamiento, la opción de cerrar los estadios obedecerá a un factor económico. "No se trata de salir a la calle, pero el fútbol debe unirse en torno a la ANFP y defender su postura. Llegará un momento en que a un club le resultará más barato jugar sin público que implementar el dispositivo de seguridad que exigiría recibir a los hinchas", sostuvo su gerente general, Johnny Ashwel. En Universidad de Concepción exponen su realidad. "Nos cuesta mucho más caro disponer de torniquetes y pagarles a los guardias que el arriendo del estadio de Yumbel. Y si jugáramos en el CAP, gastaríamos mucho más en el estadio y los guardias que lo que recibiríamos como recaudación. Los parlamentarios están convencidos de que el fútbol es un gran negocio. Y no es así", dice el presidente de la rama de fútbol del Campanil, Mario Rodríguez.
Otros clubes, como O'Higgins y La Calera, descartan la opción de endosarle a sus hinchas el costo de las medidas de prevención. "Si un club hace todo lo que pide la ley, deja de ser responsable de lo que pueda suceder. Entonces, no vamos a traspasar el costo de algo que no se va a producir si actuamos como se nos exige", aduce Rodrigo Robles, gerente deportivo de los rancagüinos. "Si subiéramos las entradas, la gente dejaría de ir al estadio. Ya nos pasó. Las medidas no irían por ese lado", dice el timonel cementero, Sabino Jadue.