La semana pasada, el presidente de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), Matko Koljatic, cumplió un año desde que asumió por primera vez la presidencia del organismo. El ex académico de la U. Católica lideró la CNA después de la salida voluntaria del entonces presidente Iñigo Díaz.

Bajo el mando de Koljatic, 38 instituciones de educación superior se han sometido voluntariamente a un proceso de acreditación. De ellas, 17 han sido universidades, 11 institutos profesionales y 10 centros de formación técnica.

Sólo en el ítem de universidades y tras la revisión de antecedentes de los pares evaluadores y el informe de estados financieros, confeccionado por la empresa Feller Rate y que comenzó a ser requisito a partir de 2012, cinco recintos fueron rechazados. Se trata de U. Gabriela Mistral, Iberoamericana, UCINF, de Las Américas y Bernardo O'Higgins (ver tabla). Este último plantel apeló al Consejo Nacional de Educación (CNED) y logró certificarse por dos años.

Según las actas de la CNA, en cuatro de los cinco casos rechazados, la Comisión argumentó problemas financieros, ya sea por liquidez o sobre endeudamiento.

Al argumento económico, estas universidades sumaban, a juicio del ente evaluador, bajas tasas de titulación y un reducido número de profesores contratados a jornada completa. Esto, pese a ser planteles que sólo se dedican a la docencia, por lo que no se potencian en investigación.

"Mirar el número de docentes a tiempo completo es una exigencia perfectamente razonable. No sólo tener profesores que ejerzan cargos, sino que puedan atender a los alumnos", explica el académico de la U. Diego Portales, José Joaquín Brunner. El experto agrega que "me parece correcto mirar detalles de las finanzas, ya que al haber solidez se puede ver si es viable o no el proyecto a mediano y largo plazo".

ESTADOS FINANCIEROS

Una de las universidades que arrojó estos problemas fue la Uncif, que se presentó a evaluación voluntaria durante el año 2012. A fines de ese período, los comisionados decidieron no acreditar a la institución.

En el acta del 23 de enero de la CNA, se evaluó el recurso de apelación y la decisión fue irreversible: "Es observable la existencia de patrimonio negativo, alto nivel de endeudamiento y una concentración de ingresos provenientes de aranceles pagados por alumnos, principalmente de un área específica del conocimiento, lo cual afecta de manera significativa a las proyecciones de crecimiento de la universidad", cita el documento.

La U. de Las Américas, que perdió la acreditación y que hoy confecciona el informe para apelar ante el CNED, es otra de las que perdió la certificación y se verá impedida en el proceso de matrícula 2014 a incorporar alumnos favorecidos con beneficios del estado, como becas y Crédito con Aval del Estado. Según la resolución de la CNA, los argumentos apuntan al acelerado crecimiento de alumnos, pero no de profesores. A la vez, el documento describe una vulnerabilidad financiera ya que, entre otras cosas, el plantel recibe servicios de terceros para usos claves como son infraestructura y no hay claridad de los contratos con su controlador, el grupo internacional Laureate.