La falta de fiscalización en pasos fronterizos y el impacto de un mayor impuesto al tabaco en el país, han detonado en que el consumo de cigarrillos ilícitos haya crecido 6,2 veces en los últimos cinco años, alcanzado el 22,3% del mercado nacional. Así lo determinó el Estudio de Comercio Ilícito de Cigarrillos en Chile, desarrollado por el Observatorio del Comercio Ilícito (OCI) de la Cámara Nacional de Comercio (CNC) y por British American Tobacco, que considera los cigarros de contrabando y los de marcas legales, pero falsificados.
El análisis, que también advierte que el consumo de este tipo de producto va en aumento, estima que el perjuicio fiscal por este mercado ilegal alcanzaría los US$ 500 millones anuales por evasión tributaria.
De acuerdo al informe, el volumen de productos de contrabando alcanzó los 2 billones de cigarrillos, es decir, 145 millones de cajetillas de 20 unidades o 290 contenedores llenos que ingresan al país anualmente, sin estar autorizados por el Ministerio de Salud.
"Al no pagar los impuestos respectivos en Chile, los cigarrillos de contrabando se venden en el mercado nacional aproximadamente a un tercio del valor de un cigarrillo legal", especificó el texto.
"Vemos que el comercio ilícito ha ido creciendo. Esto se debe a las ventas callejeras, por lo que le hemos insistido a la autoridad en ir a la fuente de distribución. Ese hecho, sumado al factor impuesto, dejan un espacio importante para que ingresen cigarrillos a menor costo y falsificados, porque el negocio es tremendamente lucrativo", indicó el presidente del OCI y ex líder de la CNC, Ricardo Mewes.
En ese sentido, la gerente de Estudios de la OCI, Bernardita Silva, añadió que esta problemática se genera por la gran diferencia de precios que existe en el mercado. "Hoy puedes encontrar cigarrillos de contrabando a $ 1.000 la cajetilla, mientras que la marca legal más barata cuesta $ 2.600 la cajetilla. Entonces, sin duda es un negocio atractivo", dijo.
De acuerdo a un informe de la Organización Mundial de la Salud realizado en 2015, sólo 33 países en el mundo fijaron un impuesto al tabaco que representa el 75% o más del valor de la cajetilla. Entre ellos, Chile se ubica en el puesto 11, considerando los países que más impuesto tienen, con un 81%.
"Hay que estudiar una buena política pública, que implícitamente pueda contener una rebaja de impuesto", señaló en ese sentido Mewes, considerando que el consumo de cigarrillos ilícitos pasó de 5,6% del mercado a 10,6% entre 2013 y 2014, año en el que se incrementó el impuesto al tabaco.
Consumo por zona
De acuerdo al análisis, las ciudades del norte se encuentran en una situación crítica, ya que el consumo de cigarros ilícitos alcanzó el 40% del mercado del norte grande. Esa cifra creció fuertemente en los últimos seis meses, ya que según el registro, durante la segunda mitad del 2016, anotaba sólo el 31,5%.
Una de las ciudades más afectadas en ese sentido, fue Arica, donde se estima que el comercio ilegal de cigarrillos alcanza hoy el 90%.
En cuanto a la capital del país, el estudio determina que el 24% de los cigarros que se consumen en la actualidad es ilícito, cifra que implica que el contrabando en Santiago creció diez veces en los últimos cinco años.
El análisis también da cuenta que el 56% de los cigarrillos ilícitos son adquiridos en ferias libres, comercio callejero e internet. Mientras que las principales marcas de contrabando presentes en Chile son Fox (origen paraguayo), Pine, Esse, Carnival (origen coreano), y Jaisalmer (origen indio). Todas ellas, representan el 78% del mercado ilícito de cigarrillos del país. En cuanto a las falsificadas, la única que se menciona en el registro es Pall Mall.
En ese sentido, cabe destacar que Jaisalmer ha crecido 23 veces en los últimos años, mientras que Carnival lo ha hecho en 10,3 veces en dicho periodo.
Así las cosas, la OIC realizó un llamado en avanzar en políticas públicas que permitan que esta situación no siga escalando, a través de una colaboración pública y privada. Además, alertó por las consecuencias a la salud de las personas, considerando que el contenido de estos productos es desconocido.
Asimismo, hizo un llamado de atención en cuanto a que políticas como las imágenes de enfermedades producidas por el consumo de tabaco, no están logrando el efecto esperado.