El rendimiento personal tiene que ver con la capacidad que tiene un profesional para resolver los problemas y obstáculos que se presentan en su lugar de trabajo y su vida. Pero muchas veces, las emociones suelen jugar una mala pasada al momento de enfrentarnos a un problema. El miedo al fracaso y la sensación de que no somos capaces de realizar alguna tarea, cierra cualquier posibilidad de avanzar y solucionarlo. Y por ende, disminuye el rendimiento de cualquier profesional.
Por lo tanto, la clave para aumentar el rendimiento personal está en traspasar los límites que nos impone nuestra propia mente. Entender los errores como una posibilidad de aprendizaje y crecimiento, es el primer paso para alcanzar el máximo de rendimiento.
"La forma en que uno enfrenta la vida es determinante. Las personas más temerosas no van a asumir riesgos y, por ende, van a tener menores probabilidades de éxito en la vida. De igual manera estas personas dadas al riesgo van a experimentar mayores fracasos, pero van a tener esta capacidad para volver a levantarse ante las adversidades. Si una persona está más maníaca y se lanza a hacer cosas y al poco andar se deprime ante las dificultades, lo más probable es que la falta de constancia y perseverancia hagan que no logre éxito. La perseverancia y no amilanarse ante la primera dificultad son esenciales", asegura la sicóloga Birgit Nevermann, gerente Laborum selección.
Si bien, los resultados de un profesional se definen por las metas y objetivos que ameritan el cargo. De todo profesional se espera que, "tenga iniciativa, proactividad, capacidad para tomar decisiones, trabajar en equipo. Contar con habilidades de negociación, por ende, persuasión y liderazgo. Y saber responder adecuadamente ante situaciones críticas y al logro de objetivos, manteniendo un buen clima de trabajo", comenta Nevermann.
Según la especialista, la capacidad para resolver problemas y mejorar nuestro rendimiento aumenta cuando se aprende de los errores y de las situaciones de vida. "Nuestra capacidad podría mejorar apoyándose en otro que sea más experto que uno, o sea el jefe. Si no se puede entonces hay que asumir ciertos riesgos y experimentar los problemas. La experiencia enseña qué hacer ante las diversas situaciones", dice la psicóloga.
COMO AYUDA EL COACHING
Según Birgit, el coaching es un excelente instrumento para facilitar el proceso de aprendizaje que puede lograr alcanzar el máximo rendimiento laboral.
"Es muy recomendable contar con un coach que nos traspase experiencia y facilite el proceso de aprendizaje. Es como tomar decisiones bajo riesgo controlado, o sea, la experiencia del otro va a permitir que uno sopese y pueda conversar los pro y contra de una decisión sin exponerse al ridículo o a mostrar las debilidades, como podría ser el caso si lo conversamos con nuestro pares", explica la profesional y agrega que, "además ayuda a conocernos como profesionales y tener claro cuáles son las áreas en las que tenemos que trabajar. Además como hace el papel de observador, puede darnos feedback sobre nuestras conductas y enseñarnos a entender entre otras cosas, nuestro estilo comunicacional. No solo lo que decimos sino como lo decimos y como lo recibe nuestro interlocutor y lo que queremos provocar en el otro", asegura.
A su vez, la especialista entrega algunos consejos para tener en cuenta y obtener mejores resultados en esta materia.
Ser perseverante, no echarse a morir ante las primeras dificultades.
Meditar las cosas y no apresurarse a tomar decisiones.
Consultar si es necesario con otros y si es posible dejarse coachear por un experto para obtener mejores resultados.
Hacer caso y tomar en cuenta las experiencias pasadas, sacar aprendizajes, tanto de lo bueno y de lo malo que hicimos y que logramos, para evitar así repetir las malas decisiones y acciones a futuro.