La coalición derechista Likud Beitenu, que lidera el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, obtiene 31 escaños de los 120 del Parlamento, con cerca del 96% de los votos escrutados, mientras que el partido centrista Yesh Atid se mantiene en segunda posición con 19.
La estrecha victoria del Likud linmita su margen de maniobra frente a sus futuros aliados y a un partido centrista que llegó, para sorpresa de todos, en segunda posición.
Los resultados oficiales confirman, con ligeras variaciones, los sondeos realizados a pie de urna, pero reflejan un ligero descenso del bloque nacionalista y un ascenso de los ultraortodoxos, informó la edición electrónica del diario Yediot Aharonot.
"Los resultados de las elecciones ofrecen una ocasión de proceder a cambios que piden los israelíes. Tengo la intención de realizar este cambio y para ello formar el gobierno más amplio posible", declaró Netanyahu ante sus seguidores en Tel Aviv.
El Partido Laborista consigue por el momento la tercera posición con 15 diputados, seguido del ultraortodoxo sefardí Shas y el partido ultranacionalista religioso Habayit Hayehudí, ambos con 11 escaños.
A continuación se situarían el ultraortodoxo asquenazí Judaísmo Unido de la Torá, con 7; la formación Hatnuá, de la ex jefa de la oposición Tzipi Livni, y el frente pacifista Meretz, ambos con 6.
La Lista Árabe Unida sorprende en estos comicios con 5 escaños, seguida del frente judeo-árabe por la igualdad Jadash, 4, y el Pacto Democrático Árabe que obtendría 3.
En la parte baja de la lista, al borde de la barrera del 2% que se requiere para obtener representación parlamentaria, la formación Kadima logra 2 escaños.
El futuro de Netanyahu
El nuevo gobierno deberá lidiar con el programa nuclear iraní, las presiones para reanudar las negociaciones con los palestinos y adoptar un plan de austeridad para detener el déficit fiscal.
Un comentarista de la radio militar estimó que Netanyahu no tendrá "otra opción que la de proponer uno de los tres grandes ministerios, Defensa, Relaciones Exteriores o Finanzas, a Yair Lapid".
"Los resultados de las elecciones ofrecen una ocasión de proceder a cambios que piden los israelíes. Tengo la intención de realizar este cambio y para ello formar el gobierno más amplio posible", declaró Netanyahu ante sus seguidores en Tel Aviv.
También afirmó que el primer desafío del próximo gobierno será "impedir que Irán se dote del arma nuclear".
Reacciones
En una primera reacción palestina, el negociador Saeb Erakat declaró que "los resultados de las elecciones israelíes eran un asunto interno israelí", pero precisó que "sea cual fuere la naturaleza de la coalición gubernamental, debe querer la paz y seguir el camino de una solución con dos Estados para restaurar la credibilidad del proceso de paz".
Unas horas antes la Casa Blanca reafirmó su apego a una "solución con dos Estados" en el conflicto israelo-palestino, pero añadió que esperaba ver cómo el nuevo gobierno israelí va a encarar el tema.
Resultados definitivos
Los resultados definitivos serán anunciados en una semana. El presidente Shimon Peres iniciará entonces las consultas para determinar quién tiene las mayores posibilidades de formar la nueva coalición y debería sin sorpresas designar al primer ministro saliente para un tercer mandato, el segundo consecutivo.