El precio del cobre cayó 0,21% este jueves en la Bolsa de Metales de Londres mientras los mercados permanecían cautelosos antes de la divulgación de cifras de crecimiento económico del segundo trimestre de China y después de que la Reserva Federal estadounidense acabó con las esperanzas de más medidas de estímulo en el corto plazo.
El metal rojo terminó las operaciones a US$3,40 la libra comparado con US$ 3,41 la libra del cierren del miércoles, informó la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco).
Las minutas de la Fed sostuvieron que la recuperación económica podría tener que debilitarse para que se llegue a un consenso sobre más medidas de estímulo. Recientes datos que muestran un crecimiento más lento en Europa, China y Estados Unidos alentaron esperanzas de una pronta respuesta de políticas.
En China, analistas estimaron que el crecimiento económico probablemente se desaceleró más en el segundo trimestre a un avance del 7,6%, su peor rendimiento desde la crisis financiera del 2008, debido al debilitamiento de las inversiones, la producción fabril y las ventas minoristas.
China, responsable de alrededor de un 40% de la demanda global de cobre, divulgará el dato del Producto Interno Bruto (PIB) del segundo trimestre durante la noche.
"En esencia, ahora estamos en un mercado en el que puedes ver todas las grandes regiones consumistas y tienes o un crecimiento débil o una desaceleración del crecimiento, por lo tanto la demanda por metales tampoco es extremadamente alta", afirmó el analista de Bank of America Merrill Lynch Michael Widmer.
"En China, la demanda subyacente de cobre no es tan fuerte. El Gobierno está intentando estimular la economía, pero estacionalmente julio y agosto no son buenos, de modo que no verás (los efectos de) los estímulos hasta el cuarto trimestre", agregó.
China ya había visto una caída de dos dígitos en sus importaciones de cobre el mes pasado y el cobre en la Bolsa de Metales de Londres ha perdido cerca de un 9% en el segundo trimestre, en la medida en que la incertidumbre sobre el ritmo del crecimiento económico global provocó preocupaciones sobre la demanda de metal industrial.