El cobre cayó 0,84% el lunes por la decepción ante la falta de avances en la resolución de la crisis de la zona euro y por temores a que China refuerce una campaña para frenar la inflación en el sector constructor, fuerte consumidor de metales.
El metal rojo terminó las operaciones a US$3,37 la libra comparado con US$3,40 la libra del cierre del viernes.
Comentarios de la canciller de Alemania, Angela Merkel, de apoyo a los esfuerzos del Banco Central Europeo en su abordaje de la crisis de la zona euro ayudaron a elevar la confianza el viernes, impulsando los precios de los metales básicos. Pero ese optimismo se desvaneció rápidamente ya que las autoridades no respondieron con planes concretos durante el fin de semana.
En China -principal consumidor mundial de cobre- los precios de las viviendas subieron en julio respecto a junio, en un segundo mes de alzas modestas que incrementó el riesgo de que el gobierno pueda reavivar una campaña iniciada hace dos años para frenar la inflación en los precios de bienes inmuebles.
Los mercados de materias primas también se vieron decepcionados porque China, que representa el 40% de la demanda mundial de cobre, demoró un muy esperado alivio monetario.
El precio del cobre en Londres, que retrocedió más de un 27% frente a un récord de US$10.190 en febrero del 2011, se mantiene en un rango estrecho entre US$7.300 y US$7.600 desde el 20 de julio.