El precio contado del cobre cerró con un retroceso de 0,56% este jueves en la Bolsa de Metales de Londres y alcanzó su menor nivel en ocho semanas, por preocupaciones sobre la demanda para el metal industrial, tras datos que mostraron que el crecimiento económico de la zona euro se paralizó en el segundo trimestre y que el sector inmobiliario chino se enfrió.
El metal rojo terminó las operaciones a US$3,12 la libra comparado con US$3,14 la libra del cierre anterior, anotando su valor más bajo desde el 20 de junio, según datos de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco).
La economía de Alemania se contrajo un 0,2% en el trimestre, menos de los pronósticos del Bundesbank. A Francia le fue un poco mejor y se mantuvo estable por segundo trimestre consecutivo. Ante la incertidumbre por Rusia y Ucrania, es improbable que la zona euro registre un rápido repunte.
La producción industrial de la zona euro también se contrajo inesperadamente en junio.
En China, la economía mostró nuevas señales de debilidad en julio, pese a una serie de medidas de estímulo del gobierno, lo que sugiere que podría ser necesario un mayor respaldo para mantener al crecimiento ante un empeoramiento de la depresión en el sector inmobiliario.
Ese sector responde por la mayor parte de la demanda de cobre de China.
No obstante, una desaceleración en los préstamos y en la construcción en China eleva las posibilidades de que las autoridades aumenten el respaldo monetario, lo que a su vez alimentaría la demanda por materias primas, según la analista de UOB-Kay Hian Securities Helen Lau.
Datos de la Agencia Nacional de Estadísticas de China mostraron que la producción de cobre refinado del país subió un 1,6% mensual en julio, en su tercer mes consecutivo de avance debido a que las fundiciones aumentaron su capacidad.