El cobre retrocedió desde el máximo en una semana alcanzado en la sesión anterior, a medida que el dólar cobraba impulso y un incremento considerable en las existencias pesaba sobre el panorama de la demanda.
Los inventarios del aluminio se elevaron en más de 40.000 toneladas, pero los analistas decían que la disponibilidad del metal seguía siendo ajustada.
Gran parte de las existencias en depósito están comprometidas en acuerdos financieros, incrementando las primas en Europa y Estados Unidos.
Según los datos de cierre, el cobre se terminó en US$3,37 la libra en la Bolsa de Metales de Londres, una baja de 0,8%, frente a los US$3,4 de la sesión del martes.
"Hemos tenido un buen inicio con el cobre pero eso parece haberse disipado. Supongo que los inventarios fueron decepcionantes", dijo un operador.