El cobre subió este miércoles a medida que el dólar descendía, pero las ganancias eran limitadas por unos datos inesperadamente flojos del sector inmobiliario de Estados Unidos que se conocieron el día previo.

Los operadores anticipaban una sesión lateralizada en ausencia de nuevas noticias sobre los fundamentos del mercado, que esperaba afianzarse en alguna dirección concreta tras la dilución de la euforia inicial por los cambios en la política cambiaria china.

El metal rojo para entrega en tres meses escaló hasta los US$2,98 la libra en la Bolsa de Metales de Londres (LME, por sus siglas en inglés), un alza de 1,8% frente a los US$2,93 del cierre del martes.

"El dólar está un poco más flojo y el oro sube", dijo en RBC Capital Markets el operador Randy North, citando esos movimientos como la razón por la cual el cobre se encontraba en territorio positivo.    

"Algunos están tomando posiciones cortas en el zinc, elevando su precio", agregó. El zinc subía casi 2% a US$1.822,5 la tonelada.

El euro se mantenía estable pero seguía vulnerable pues un rebote reciente del apetito por el riesgo parecía haber terminado, lo que se sumaba a los temores por el sistema bancario de la zona euro.

El cobre tenía dificultades para extender sus alzas pues una baja imprevista en las ventas de casas usadas en Estados Unidos en mayo empañó el panorama de la economía global.

Los inversores estaban a la expectativa de los datos de ventas de casas nuevas que se conocerán en Estados Unidos a las 14.00 horas GMT, aunque también esperan el resultado del encuentro de la comisión de la Reserva Federal que fija la política monetaria.