El precio contado del cobre cerró con una baja de 1,01% este martes en la Bolsa de Metales de Londres debido a que datos desalentadores del sector inmobiliario en China aumentaron las preocupaciones sobre el panorama para la demanda en el mayor consumidor mundial de metales.
El metal rojo terminó las operaciones a US$3,03 la libra comparado con US$3,06 del cierre anterior.
Los precios de las viviendas en China bajaron por segundo mes consecutivo en octubre respecto al año anterior, mostraron datos oficiales, que apuntan a una persistente depresión en el sector inmobiliario, pese a esfuerzos del gobierno por apuntalar ese mercado.
El sector de la vivienda es un gran consumidor de cobre, usado en cables para la transmisión de energía y en la construcción.
Los precios del cobre se han mantenido en entre US$6.500 y US$6.800 por tonelada desde mediados de septiembre.
Goldman Sachs recortó su pronóstico de precios del cobre en el 2015 a US$6.217 la tonelada desde US$6.400, citando un menor costo operacional marginal de producción.
Analistas consultados por Reuters en octubre pronosticaron que los precios del cobre promediarán cerca de US$6.724 por tonelada en el 2015, y un superávit esperado de 350.000 toneladas presionaría a los precios.
No obstante, un alza en el apetito por el riesgo en mercados financieros ayudaba a impedir mayores caídas de los precios de los metales.
Las acciones europeas subían y los rendimientos de los bonos caían por la esperanza de que posibles elecciones anticipadas en Japón puedan llevar a más medidas de estímulo económico, mientras que la confianza de analistas e inversores alemanes subió en noviembre por primera vez en casi un año.
El euro se apreciaba ante el dólar, lo que hacía que las materias primas que cotizan en la divisa estadounidense resultaran más baratas para los tenedores de otras monedas.