El precio contado del cobre cerró con un incremento de 0,81% este miércoles en la Bolsa de Metales de Londres, con lo que completó su tercera sesión consecutiva de alzas, respaldado por pronósticos de un aumento de la demanda desde las economías más grandes del mundo y por una merma en los inventarios, aunque persistía la preocupación por el ritmo de avance del metal.
El metal rojo terminó las operaciones a US$2,67778 la libra comparado con US$2,65624 la libra del cierre anterior.
Los nuevos pedidos a fábricas en Estados Unidos registraron en octubre su mayor incremento en casi un año y medio, aportando más evidencias de que el sector manufacturero se está recuperando gradualmente tras una debilidad prolongada. Las señales acerca de la demanda desde China también mejoraron.
Ante el repunte de la demanda, los inventarios de cobre cayeron el miércoles a unas 230.000 toneladas, según datos de la Bolsa de Metales de Londres, casi un 40% menos que el máximo de 2016 registrado en septiembre.
"El mejor panorama para el cobre está elevando los precios y debería seguir respaldándolos en el corto plazo", dijo el jefe de investigación de materias primas de Commerzbank, Eugen Weinberg. "Pero a largo plazo definitivamente estamos preocupados por la sostenibilidad del alza", agregó.
Los avances del cobre estuvieron alentados también por la esperanza de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, gastará más en infraestructura y que la actividad económica y el gasto especulativo de China continuarán, dijo Weinberg.
Los inversionistas minoristas de China se han inclinado por los metales ante un enfriamiento del mercado inmobiliario y porque muchos se vieron afectados por la brusca caída de las acciones en el país el año pasado.
Una serie de datos de China que se conocerán en las próximas semanas mostrarían que la segunda economía más grande del mundo creció a paso firme en noviembre, con la inflación y el crédito expandiéndose a mayor ritmo.