El precio contado del cobre cerró con un retroceso de 0,47% este viernes en la Bolsa de Metales de Londres, completando su tercera sesión consecutiva de caídas, arrastrado por las expectativas de un creciente superávit, los datos dispersos sobre el crecimiento global de la actividad fabril y el temor a que China, el mayor consumidor de metales, restrinja el crédito.
El metal rojo terminó las operaciones a US$3,23 la libra comparado con US$3,24 la libra del cierre del jueves, informó la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco).
Con este resultado el cobre acumuló un descenso semanal de 1,59%.
Afectando aún más el apetito por el riesgo en el corto plazo, las tasas de interés de China subieron esta semana a sus niveles más altos desde una dramática crisis de liquidez en junio, al tiempo que reguladores señalaron que estaban considerando leves restricciones en el crédito para controlar los crecientes precios de las propiedades y la inflación.
Operadores dijeron que el panorama técnico del cobre se ha deteriorado y señalaron que se registrarían más pérdidas.
La producción de cobre refinado de China subió un 10,6% a un récord en septiembre respecto al mes pasado, debido a una mayor producción por una nueva capacidad en fundiciones y mientras la creciente oferta de materiales sin refinar impulsa las operaciones en las plantas existentes.
Analistas proyectan que el metal finalizará el año con una pérdida de un 8% y que caerá más durante el 2014, debido a una disminución de la demanda combinada con el aumento de los suministros de yacimientos nuevos y ya existentes.