Cobreloa aún sufre las réplicas de su descenso a la Primera B. Ayer, causó revuelo el golpe de timón que dio el presidente de la institución loína, Augusto González, que resolvió cesar de sus funciones a todos los miembros directivos de la sociedad anónima y conformar un nueva mesa dirigencial, manteniéndose a la cabeza de la misma. Su primera medida fue determinar la no renovación del técnico Marco Antonio Figueroa.
La información se dio a conocer en un comunicado que detalló que la salida del Fantasma fue detonada por su actuar en la última fecha del Clausura, en el polémico duelo ante Ñublense, que terminó con una sanción de 25 fechas para el entrenador. "Luego de un acabado análisis de la situación del club y especialmente del desempeño, comportamiento y actuaciones del señor Figueroa a la luz de las circunstancias y de los deberes profesionales que asumió bajo el contrato del 11 de diciembre de 2014, el directorio por unanimidad, acuerda no renovar ni prorrogar dicho contrato, con lo cual terminará inexorablemente el 31 de mayo", sostiene el comunicado.
Y aunque trascendió que Víctor Rivero era el principal candidato al banco (luego de que San Luis de Quillota informara que Mario Sciacqua será el DT para la siguiente temporada), nuevas opciones aparecen en el horizonte loíno.
Ayer por la noche se llevó a cabo el primer acercamiento, a través de un contacto telefónico, entre Cobreloa y Miguel Riffo, recién desvinculado de Colo Colo. La propuesta para el ex ayudante de Héctor Tapia consiste en que concrete su arribo a la tienda naranja junto al PF Juan Ramírez, otro que cesó sus funciones en Pedreros.
Su eventual llegada confirmaría, de paso, el alejamiento entre Riffo y Tapia, que luego de trabajar codo a codo, hoy toman caminos distintos luego de su salida de Colo Colo.