Un trámite fue el que cumplió Cobresal en Sao Paulo. Visitó a Corinthians como último del Grupo 8, eliminado de la Copa Libertadores y con la sola preocupación de evitar algún riesgo de descenso en el torneo local.

Por eso, Dalcio Giovagnoli mandó al campo un equipo donde aparecían muchos nombres de escasa presencia en el Torneo de Clausura, sobre todo en la defensa. Y por eso fue que se enfatizaron las ineludibles diferencias entre uno de los equipos más poderosos y populares de Brasil y uno que cuenta con hinchada y recursos escasos en Chile.

Por eso, los mineros sufrieron una goleada aplastante y casi no registraron ocasiones de vencer al portero paulista, Cássio. En la única oportunidad que tuvieron los salvadoreños, Poblete falló. No se esperaba otra cosa.