Emmerson Mnangagwa se dispone a asumir este viernes el poder en Zimbabwe en reemplazo de Robert Mugabe y promete ponerse a trabajar de inmediato en la reconstrucción del país tras los 37 años de reinado de su predecesor. Mnangagwa, conocido como "El cocodrilo" será investido oficialmente Presidente solo tres días después de la histórica renuncia del más anciano dirigente del mundo, de 93 años, que cedió su lugar por presiones del Ejército, la calle y su propio partido.
La ceremonia se anuncia grandiosa, el partido Zanu-PF, convocó desde las 08:30a los "zimbabuenses de todos los sectores" al Estadio Nacional Deportivo, que tiene capacidad para 60.000 personas.
"Vengan y sean testigos de la historia en marcha, nuestros primeros pasos en una nueva era y un país mejor conducido por nuestro adorado camarada Mnangagwa", proclamaron los organizadores. De 75 años, este leal al régimen con sueños de poder frustrados durante mucho tiempo, logró finalmente su objetivo. Pero no la tiene tan fácil.
"Hereda una economía en ruinas, un partido dividido y una población con muchas expectativas", subrayó hoy en su editorial el diario opositor NewsDay. El miércoles, unas horas después de su regreso de un breve exilio sudafricano, Mnangagwa reservó su primer discurso de futuro Presidente a unos centenares de partidarios reunidos frente a la sede del partido en el poder, el Zanu-PF.
Mucho tiempo considerado como el delfín de Mugabe, Mnangagwa fue abruptamente destituido de la Vicepresidencia el 6 de noviembre, por orden de la primera dama, que esperaba suceder a su esposo. Entonces se fue del país.
Su destitución provocó la noche del 14 de noviembre un golpe del Ejército, categóricamente opuesto a la llegada al poder de la incontrolable Grace Mugabe. Tras resistir varios días, Mugabe renunció el martes, cuando se encontraba bajo la amenaza de un procedimiento de destitución lanzado por su propio partido.
Invisible desde el martes, nadie sabe donde está Mugabe. Con su esposa Grace, posee un patrimonio inmobiliario en el extranjero y se especula sobre el posible exilio de la pareja. Según Amnistía Internacional, "decenas de miles de personas fueron torturadas, desaparecieron o murieron" durante la era de Mugabe.