Los dinasaurios también tenían miedo y nada menos que a un cocodrilo. Se trata de "Razana", un temible cocodrilo del período Jurásico que medía 7 metros de largo y pesaba una tonelada, con un cráneo alto y macizo dotado de robustas mandíbulas armadas de enormes dientes en forma de sierra como el Tiranosaurio rex, listos para triturar huesos y tendones.

El imponente animal vivió hace 170 millones de años en la parte meridional del supercontinente Gondwana, en la actual Madagascar.

Un primer "identikit" se publicó en un estudio de la revista Peer J por el grupo de paleontólogos italianos y franceses sobre el hallazgo fósil que ya tiene décadas, a cargo de Cristiano Dal Sasso del Museo de Historia Natural de Milán.

Con el auxilio modernizado de tomografía axiales computarizadas (Tac) e impresoras en 3D, los investigadores analizaron restos hallados en la década del '70, conservados en el Museo de Historia Natural de Tolouse, Francia, y en su par de Milán.

"En 2006 ya teníamos la hipótesis de la existencia de esta nueva especie, pero todavía no estábamos en condiciones de decir si se trataba de un cocodrilo o de un dinosaurio", explicó Dal Sasso a ANSA.

Ayudaron a resolver el misterio nuevos restos almacenados en Francia, huesos del cráneo más completos de al menos dos ejemplares.

Reconstrucciones en 3D revelaron que "Razana", pese a sus dientes de dinosaurio, era en realidad un cocodrilo terrestre, pariente lejano de los acuáticos de nuestros días, perteneciente a una rama evolucionada por separado y luego extinguida.

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Así lucía "Razana", según la reconstrucción 3D.

Así lucía "Razana", según la reconstrucción 3D.[/caption]