Con negociaciones anticipadas y sin huelgas. Así ha cerrado Codelco sus proceso colectivos en 2012. La estatal logró culminar bajo la misma fórmula las tratativas con el segundo de los sindicatos de Andina la semana pasada y se prepara para enfrentar la negociación colectiva adelantada de Chuquicamata.
La negociación reglada de este yacimiento corresponde en marzo de 2013; sin embargo, la semana pasada conversaron los dirigentes de los cinco sindicatos y la administración de la minera estatal para adelantarla: comenzaría la primera semana de noviembre.
Los trabajadores del yacimiento ubicado en el norte del país son reconocidas en la industria por tener una posición más dura para negociar. Y esta no será la excepción.
¿La razón? El cambio que vivirá la mina al pasar de ser la principal aportante de recursos de Codelco a ubicarse en el cuarto lugar, debido a la fuerte baja productiva que experimenta el yacimiento por la caída de la ley del mineral. Esto se suma a los cambios que Codelco quiere implementar en sus divisiones, lo que se enfoca a externalizar beneficios para reducir los costos laborales de la compañía. La mayor carga está en Chuquicamata, ya que su dotación llega a los seis mil trabajadores. Fuentes de la división indican que el costo laboral por trabajador asciende a US$ 100/tonelada.
Proceso complejo
En Codelco reconocen que el proceso "no será fácil". Pero esperan no llegar a las paralizaciones, ya que quieren tener una conversación razonable con los trabajadores y enfrentar la nueva realidad de la mina en conjunto.
Esto es comprender que actualmente el yacimiento produce la mitad del peak de 2005, cuando Chuquicamata alcanzó a 700 mil toneladas de cobre (para este año se espera que totalice unas 360 mil toneladas).
Además, la mina registró en enero y junio un gasto productivo de US$ 750 millones, mientras que logró ingresos por ventas de cobre propio por US$ 1.000 millones. Debido a esto, el yacimiento entregó excedentes por unos US$ 300 millones, ubicándose en el cuarto lugar, superado por El Teniente, que entregó excedentes por US$ 1.000 millones.
En la minera indican que el mayor problema lo tendrán con los dos mil trabajadores de la mina, ya que la fundición y la refinería siguen trabajando a la misma capacidad.
Para esto, en la estatal no descartan presentar un nuevo plan de retiro para el personal de la mina que pueda ser reconvertido para trabajar en la mina subterránea, que comenzará a operar en 2018. Sin embargo, una de las peticiones de los trabajadores es extender los contratos a 48 meses para asegurar sus beneficios, sobre todo los relacionados con salud.
Andina
El sindicato de Integración Laboral (SIL) de Andina, que reúne a 580 trabajadores, cerró su proceso anticipado la semana pasada. Los trabajadores lograron beneficios por $ 16,5 millones, lo que incluye $ 12,5 millones por bonos y $ 3 millones por préstamo blando. Además, la estatal logró renovar el cambio de jornada laboral, implementado en el proceso anterior, para seguir trabajando 12 horas hasta el próximo proceso, en 40 meses más. Para esto, Codelco pagó $ 1 millón a cada trabajador.