Lo primero que dice Mark Adams es que no tiene información oficial de algún interés de Chile de albergar los Juegos Olímpicos de invierno en el futuro. De inmediato aclara que, de todas formas, una eventual postulación sería "muy bienvenida" en el COI.
El director de comunicaciones del organismo acaba de concluir su conferencia diaria, junto a los organizadores de Londres 2012, y ahora debe atender los requerimientos individuales de la prensa.
El principal de ellos es la confirmación de que el ciclista estadounidense Tyler Hamilton fue despojado de su medalla de oro en la contrarreloj de Atenas 2004 por doping y que ahora el ganador es el ruso Viatcheslav Ekimov. Lo repite varias veces a distintos medios, pacientemente.
Las posibilidades de Chile de levantar una postulación olímpica surgieron después de que una empresa con experiencia en grandes eventos deportivos se acercara a Neven Ilic para presentarle el proyecto.
El presidente del COCh agradeció la cita, pero manifestó que aún no era tiempo para el país, que primero debía enfocarse en sacar adelante los Odesur 2014 y los Panamericanos 2019, si es que los consigue, antes de siquiera pensar en una competencia de envergadura mundial.
De todas formas, Adams aplaude la opción. "El COI busca abrir sus fronteras. Por ejemplo, nos gustaba mucho que Sudáfrica postulara para 2022, aunque decidieron no hacerlo", reconoce.
El vocero del COI advierte que lo más importante es "hacer una presentación lo más profesional posible", que sea convincente para deportistas y dirigentes.
Las fechas podrían ser el primer obstáculo para una futura postulación nacional, pues en sus 21 ediciones los Juegos de invierno se han realizado en febrero, algunas veces ocupando los últimos días de enero, meses en los cuales es imposible realizar deportes en la nieve en Sudamérica.
Adams reconoce la complicación, pero no la considera decisiva. "Tenemos ciertos tipos de fechas que nos acomodan más, pero ya con la presentación de Qatar (Doha) para los Juegos de verano se hizo una excepción. Sí permitimos cambios de fechas en el verano, podríamos hacer lo mismo en invierno", dice.
La postura árabe, que ya no continúa en carrera, pretendía realizar la cita de los anillos en octubre, para evitar el calor de agosto. "En cuanto a Chile, habría que hacer un gran cambio. Por lo mismo no me atrevería a decir es posible o no... Sería difícil hacer unos Juegos de invierno allá entre enero y marzo", manifiesta y luego lanza una sonrisa.
Las fechas no son el único punto a tomar en cuenta. "Claramente ayuda tener desarrollado los deportes de invierno a la hora de elegir una sede… No es una barrera, pero depende de en cuántas disciplinas no tienes representantes", añade. A Vancouver 2010, la delegación nacional incluía sólo tres deportistas.
También se evalúa el fanatismo que despiertan los deportes de invierno en el país, que hoy en Chile es bastante bajo, siendo optimistas. "Es importante que la gente esté interesada en los deportes de invierno. Si no la hay, se debe empezar a trabajar en ello. Pero estamos hablando, como mínimo, de una postura para 2022 o 2026 (la de 2014 y 2018 ya están asignadas), así es que aún tienen tiempo", sentencia.