Por más de tres horas declaró hoy en el 34° Juzgado del Crimen, el actual párroco de El Bosque y uno de los principales colaboradores de Fernando Karadima, Juan Esteban Morales, frente a la ministra en visita del caso, Jéssica González.
Tras la diligencia sostuvo que "desde el primer momento he cumplido las disposiciones del decreto de Roma" y añadió que ha dado cumplimiento a las disposiciones que ha señalado el arzobispo Ricardo Ezzati.
En cuanto a este punto, las disposiciones incluyen que Morales, quien era médico de Fernando Karadima, no tenga contacto personal con el religioso desde la resolución de la causa eclesiásticas.
Morales ha defendido a Karadima públicamente y es considerado como una de las personas de confianza del religioso. James Hamilton, uno de los denunciantes, declaró que en marzo de 2009 Morales lo visitó en su consulta para solicitarle que no siguiera adelante con las acusaciones ante la Iglesia debido a la avanzada edad del sacerdote. Según Hamilton, le pidió "misericordia".
DILIGENCIAS
A las 8.00 horas declaró el sacerdote Fernando Ferrada, quien denunció pago de dineros al interior de la Parroquia de El Bosque. Lee la nota
"Estamos colaborando con la Justicia y la Iglesia, vienen tiempos muy buenos y el espíritu santo está actuando", dijo Ferrada.
En total fueron tres sacerdotes que prestaron declaración hoy, Julio Sochting Herrera, también estuvo en el 34° Juzgado del Crimen. Este sacerdote es vicario de una parroquia de Pudahuel, miembro de la Unión Sacerdotal y no firmó la carta que el año pasado consideraba de "verosímiles" las denuncias contra Karadima.
El lunes, un grupo de ellos, reunidos en la Unión Sacerdotal, envió una carta al arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, marcando distancias con el cuestionado sacerdote.
Ayer, en tanto, peritos del Servicio Médico Legal llegaron hasta el convento de las Siervas de Jesús de la Caridad de Providencia, para realizar los exámenes siquiátricos que determinarán si el sacerdote es imputable o no.
El abogado Eugenio Merino, parte del equipo defensor de Karadima, entregó a los peritos un informe de tres páginas, donde se detalla el estado de salud del sacerdote, los tratamientos que recibe y las enfermedades que padece, entre ellas, hipertensión. Además, señala que fue operado del corazón y que tiene tres by-pass.