A las 19:00 horas de ayer culminó el plazo para inscribirse en el Registro Electoral y las aglomeraciones de lo miles de chilenos que esperaron hasta el último día, hicieron colapsar los centros dispuestos para este proceso.

Largas filas, horas de espera y quejas de mala atención fueron algunos de los miles de reclamos a los largo de país.

Uno de los lugares en donde se produjeron los peores incidentes fue en el edificio del Servicio Público de la comuna de Ñuñoa, emplazado en Av Irarrázabal 2434, donde tras pasada la hora límite, las puertas fueron cerradas dejando fuera a cerca de 200 personas.

Tras la protesta de la turba de rezagados, concurrieron hasta el lugar efectivos de las Fuerzas Especiales de Carabineros, los que procedieron a desalojar a todos aquellos que se encontraran en la vía pública.

Al rededor de las 22 horas, aún se encontraba gente esperando ser inscrita en el cuarto piso del recinto y luego que personal de la Servel anunciara el cese del proceso de registro, el malestar y las manifestaciones comenzaron a tensionar el ambiente.

Carabineros que aún se encontraba resguardando el orden el lugar, subió hasta las salas de inscripción y obligó a las personas que reclamaban a hacer abandono del edificio, desatando la protesta generalizada de quienes llevaban largas horas esperando su turno en la fila.

Durante el desalojo, las personas -en su mayoría jóvenes- alegaron que la explicación que les dieron era que no existía personal de Servel suficiente como para atender la demanda y la única solución fue escribir una queja en el libro de reclamos.

Por su parte, la directora de seguridad ciudadana de la municipalidad, Cecilia Arratia, señaló que no era su responsabilidad como municipio el continuar o detener las inscripciones, ya que ellos sólo les facilitaban las instalaciones al Servel. Además, indicó que se había comunicado con el alcalde, Pedro Sabat, para informarle de la situación, para luego solicitarle a Carabineros que procediera con un "desalojo pacífico" del lugar.