Tras diversas discusiones internas, el Colegio de Profesores solicitó la semana pasada al gobierno aplicar una serie de cambios a la evaluación docente. A pesar de que el gremio sostiene que las modificaciones son "necesarias", los expertos en la materia indican que ciertas demandas son "un retroceso".

Las solicitudes se hicieron en una reunión con el Mineduc y la Asociación de Municipalidades. Allí el Magisterio solicitó más tiempo para realizar la evaluación, argumentando que las casi 20 horas destinadas "no son suficientes", según el presidente del gremio, Jaime Gajardo.

Los profesores pidieron, además,  tener representantes en los consejos comunales, instancia en la que se otorgan las calificaciones, para así "evitar los abusos y las malas interpretaciones que podría haber", según Gajardo.

Todos estos puntos serán discutidos por el Mineduc y los alcaldes. Sin embargo, hubo dos solicitudes que causaron polémica. La primera, que la evaluación sea voluntaria hasta que se establezca "una verdadera carrera docente". Según Gajardo, "la obligatoriedad es injusta porque no ha significado una mejora para los profesores. Qué pasa con nuestra situación, que sigue siendo la misma. Si un profesor obtiene una buena calificación, eso es todo", señaló. Pero el subsecretario de Educación, Cristián Martínez, indica que la examinación "no se suspende este año por ningún motivo".
 
El experto en educación Eduardo García Huidobro asevera que "lo lógico sería que la evaluación se realice a todos los docentes que reciben fondos públicos, y no que disminuya la cobertura". Agrega que la medición "es básica para el bienestar de los alumnos".

El coordinador nacional de Educación 2020, Mario Waissbluth, asevera que "ha llegado la hora de que el Colegio de Profesores analice si su rol en la sociedad es la defensa a ultranza de lo indefendible, o si debiera comenzar a actuar como un verdadero colegio profesional, luchando por las mejoras de la profesión, pero a la vez condenando -y no protegiendo- situaciones que dañan gravemente el futuro de los niños".

SEGUNDO PUNTO: "AMNISTIA"
El proceso de evaluación "ha tenido una serie de mejorías y un avance paulatino y cada día más profesores se suman", según Martínez.  Sin embargo, Gajardo solicitó una "amnistía" para los docentes que no se han sometido al examen en tres ocasiones y que, por lo mismo, no están habilitados para hacer clases. Su razón: existe "una desconfianza en el instrumento".

Aunque Martínez indica que los municipios analizarán este punto, adelanta que "reactivaremos, junto con los alcaldes, una mesa respecto a la carrera docente", punto que es "fundamental" para los profesores.

El director de la carrera de Educación de la U. de Santiago, Daniel Ríos, señala que "es necesario reinventar todos los criterios para que una carrera premie y corrija el desempeño de profesores que no estén actuando como se espera".