A través de una declaración pública, el Colegio de Profesores rechazó la decisión del gobierno de ponerle suma urgencia al proyecto de ley que crea la Superintendencia de Eduación y la Agencia de Aseguramiento de la Calidad, y pidió "abrir paso a un real debate donde se escuche a todos los sectores".
Los maestros argumentan que las nuevas instituciones no fiscalizan la política educacional y centra la calidad de la educación en estándares de aprendizaje, que podrían profundizar la brecha entre los distintos sistemas educativos.
La evaluación del desempeño de los profesores ligada a los resultados de los aprendizajes de los niños, también es un punto que molesta a los docentes, ya que –según argumentan- hay otros elementos que también influyen en el aprendizaje, como el clima organizacional, el entorno familiar y el conjunto del sistema educativo.
Uno de los puntos más conflictivos de la nueva normativa es la pérdida del rol del Ministerio de Educación y el paso de sus funciones a privados. Este punto también ha sido reclamado por los funcionarios del ministerio.