Los últimos resultados de la PSU mostraron que los colegios municipales logran rendimientos bastante más bajos que los establecimientos particular pagados, llegando a una diferencia de 146 puntos en el promedio de las pruebas.
De todas formas, hay establecimientos que, a pesar de no superar la barrera de los 600 puntos, sí han aumentado considerablemente su promedio en las pruebas de Lenguaje y Matemática.
Uno de ellos es el Liceo Bicentenario Jovina Naranjo Fernández, ubicado en Arica. El establecimiento, que tiene un 80% de vulnerabilidad, pasó de tener 492 puntos a 556 este año, con un incremento promedio de 64 puntos.
Para Juan Zenteno, director de la institución, los buenos resultados son el reflejo de un esfuerzo de seis años.
De acuerdo a Zenteno, el Jovina Naranjo pasó a ser un colegio Bicentenario el 2011, y los alumnos que este año rindieron la prueba son los que en séptimo partieron con el nuevo proyecto. "Es la primera generación que comenzó con un plan distinto en cuanto a exigencia", explicó Zenteno, quien remarcó que la clave para mejorar "es trabajar el doble y tener profesores y alumnos capacitados".
Las expectativas de los profesores de este establecimiento eran altas, ya que la generación que rindió la PSU este año tuvo buenos resultados en el Simce de 2014, donde los alumnos superaron los 300 puntos en Matemática. "Eso ya proyectaba un buen rendimiento en la PSU".
Pero lo académico no es lo único importante en la enseñanza de los jóvenes. Según el director, "tenemos un plan de convivencia y, además, consideramos el entorno familiar. También ponemos énfasis en la excelencia, participación y autonomía, pilares fundamentales del colegio".
Ricardo Navarrete egresó este año y obtuvo 674 puntos ponderados. Con ese puntaje podrá estudiar enfermería en la U. de Tarapacá. Para el estudiante, "el trabajo que hizo el colegio con nosotros fue muy importante. Se preocuparon de crear un ambiente grato", dijo.
Uno de estos profesores es José Luis Navarro, docente de Historia y Geografía, quien destacó "el largo trabajo de los últimos años. Eso no fue de un momento a otro, fue un esfuerzo grande y se han ido dando los resultados".
Un esfuerzo de todos
En la Quinta Región, en la comuna de Puchuncaví, el Complejo Educacional Sargento Aldea, técnico-profesional, también subió de 406 puntos promedio a 468, con un aumento de 62 puntos.
Para su director, Tomás Opazo, esto se logró gracias "a un esfuerzo de todos y con varios factores que influyeron". Uno de ellos, cuenta Opazo, es que el colegio aumentó en dos horas los ramos de Matemática y Lenguaje y, además, aplicó un preuniversitario interno, lo que se sumó a las becas que varios alumnos recibieron por parte de la empresa AES Gener, la que les permitió asistir al preuniversitario Pedro de Valdivia, sede Viña del Mar, con el traslado de la municipalidad de Puchuncaví.
Además, la receta para los buenos resultados, dijo Opazo, "tiene que ver con generar un buen ambiente de convivencia escolar, lo que hace que los alumnos estén comprometidos".
El colegio además participó del Programa de Acompañamiento y Acceso Efectivo (Pace), por lo que fue apoyado por docentes de la U. de Playa Ancha, "quienes acompañaron a los alumnos y profesores de forma sistemática, lo que ayudó para los buenos resultados".
Para Opazo, lo más importante ha sido el avance de los alumnos y la posibilidad de que ellos, la mayoría jóvenes vulnerables, "puedan potenciarse y proyectarse en la educación superior", dijo.