Con 21 años, Christian Coleman fue el otro atleta que superó a Usain Bolt. Y lo hizo dos veces: en las semifinales, donde corrió en el mismo heat que el jamaicano, y en la final, donde fue segundo, con 9"94.
De hecho, el mejor tiempo en las semifinales fue para el joven estadounidense, estudiante de marketing deportivo en la Universidad de Tennessee, lo que le permitió utilizar la calle de favorito en la final, la cinco, relegando a Bolt a la cuatro, al carril de la izquierda.
Coleman aparecía como la gran incógnita. Pero esta temporada comenzó a disipar todas las dudas, luego de haber registrado el mejor tiempo de 2017 en 100 metros, con 9"82, el pasado 7 de junio en Eugene, por las semifinales del Campeonato Universitario (NCAA).
Ese éxito lo transformó en la nueva sensación de la velocidad estadounidense. Sobre todo, tras conseguir, posteriormente, el doblete de 100 y 200 metros en la NCAA.
Apenas a mediados de junio, Coleman, de 1,75 metros de estatura, pasó al profesionalismo, por lo que Londres era su bautismo. Y no defraudó.
Entre sus espejos, está el polémico Justin Gatlin, campeón ayer y castigado dos veces por dopaje. "Él se formó en la universidad como yo y vivió las mismas experiencias que estoy viviendo yo ahora. Conoce la presión que hay alrededor de los mejores velocistas que salen de la NCAA, me aconseja y me ayuda", admitió a los medios de su país hace un tiempo.