Colin Farrell no lo cuenta con gracia. "Me estaba muriendo" antes de entrar a rehabilitación tres años atrás, "estuve prácticamente borracho y fumado durante 16 años". El protagonista de la versión para el cine de Miami Vice, ingresó el 2005 a un severo programa de rehabilitación de cinco semanas, ya que la situación se le fue de las manos.

"Regresé al mundo y todo estaba en un nivel de enfoque que no había experimentado. La desesperación te permite hacer cosas increíbles en el nombre de la sobrevivencia", contó durante el programa del popular presentador británico Jonathan Ross.

"Así que durante gran parte del trabajo que hice yo estaba luchando muy duro para mantener entero. Mucha de mi energía estaba destinada a no desarmarme. Hacia el final de Miami Vice ya estaba listo", explicó.

"No creo tener ninguna predisposición química hacia la depresión, pero digamos que por años sufrí de una enfermedad espiritual y que me recuperé. Vivir en el dolor, si es autoprovocado como es mi caso, puede ser algo dulce a ratos, puedes sentirte muy vivo", detalló el actor durante el programa de la BBC.