El ex secretario de Estado Colin Powell, negó hoy que Estados Unidos esté menos seguro bajo la presidencia de Barack Obama.
En una entrevista al canal estadounidense CBS, quien fuera responsable de la política exterior durante el primer mandato de George W. Bush, dijo que las críticas de que Barack Obama ha descuidado la seguridad nacional en beneficio de otras prioridades políticas, no son "creíbles".
También negó las acusaciones de algunos de sus correligionarios, como el ex vicepresidente Dick Cheney, de que el país es más vulnerable al haberse descartado el uso de técnicas extremas de interrogatorios a los sospechosos de terrorismo, como la asfixia simulada.
"La decisión está tomada. Ya no utilizamos estas técnicas extremas", dijo Powell, quien aseguró que estas prácticas desaparecieron bajo el Gobierno de George W. Bush, aunque aclaró que "la desaparición oficial se relalizó bajo la actual administración".
Powell reconoció que "la nación está todavía en peligro", debido a la amenaza de los terroristas. "Pero sugerir que, de alguna manera, estamos ahora menos seguros que antes debido a la gestión del actual Gobierno, no creo que esto esté confirmado por los hechos", señaló el político.
El ex secretario de Estado insistió en que la Agencia de Seguridad en el Transporte, que creó Bush tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, "todavía está en funcionamiento en los aeropuertos", al igual que ocurre con la Oficina del Director Nacional de Inteligencia, que también "sigue trabajando duro bajo la administración Obama".
"Las fuerzas y agencias de lucha contra el terrorismo están trabajando duro. Las fuerzas de la ley están trabajando duro. Hemos ido tras el enemigo en Afganistán con 50 mil soldados más, y estamos persiguiendo a los líderes de Al Qaeda y los talibanes en Afganistán. Y estamos continuando las políticas que el presidente Bush puso en marcha en Irak", explicó Powell.
En la entrevista, el ex responsable de la política exterior estadounidense mostró su convicción de que el centro de detenciones de Guantánamo debe ser cerrado, como prometió Obama.