El drama del arco
La lesión de Justo Villar ante la UC fue clave. Con él como titular, los albos sumaron cuatro triunfos y un empate. Su primer sustituto, Paulo Garcés, cometió errores decisivos ante Iquique y la U que redundaron en dos derrotas, dos empates y sólo dos triunfos. Y el tercero, Álvaro Salazar, destacó en el 0-0 ante Palestino y en la victoria sobre Everton, pero fue responsable en la igualdad ante los Pumas.
Los sapos
El técnico vio enemigos en todos lados, incluso internos, lo que terminó por desenfocale de la pelota. "Tenemos dentro gente que nos quiere hacer daño, de sapo. Con mentiras para desestabilizar al plantel, para que Colo Colo no pueda ser campeón, intentando desestabilizar. Eso lo tiene que saber la gente". Para rematar la distracción, algunos jugadores se sumaron a la tesis. Y el presidente.
Paranoia arbitral
Más desenfoque de la pelota y el juego. Colo Colo se agarró a la manida teoría de la conspiración. El enemigo vestía de negro y de traje. Tras la caída ante San Luis, por ejemplo, Guede explotó contra la ANFP: "Nos pusieron a Gamboa de árbitro, fue la guinda del postre (sic) después de la semanita que tuvimos… Sabemos que tenemos que pelear contra todos y lo haremos y los chicos son conscientes. Lo anticipé hace 15 días… En 11 partidos nos dirigió tres veces".
Las lesiones
Las bajas por lesión han sido una constante en Colo Colo. La de Villar fue clave. Figueroa, Pavez, Valdés, Morales y Araya integraron la lista de descartados en algún momento del torneo. ¿Mala suerte o defectos de preparación? Algunos percances sonaron hasta caprichosos, como el de Meza, que sufrió un esguince de rodilla practicando fútbol burbuja, una modalidad recreativa.
Exceso de creatividad
Hubo posiciones de jugadores que llamaron mucho la atención, bailes que provenían del ingenio excesivo de su DT y que costó entender: Gonzalo Fierro, de escasa participación, cuando jugó lo hizo fuera de su puesto: como central por la derecha. Valdés, que fue volante mixto y conductor, frente a Antofagasta, terminó de carrilero derecho y, al revés, Luis Pedro Figueroa en el centro del campo. Iván Morales, delantero por formación, actuó como volante, frente a Wanderers.
Paredesdependencia
Si Paredes no marca, Colo Colo no gana. La sentencia tiene sustento estadístico:en los últimos ocho partidos, el Tanque sólo anotó en dos: ante Universidad de Concepción y Everton. Ambos terminaron con victorias.
Enemistad con el rival
Colo Colo en general y Guede en particular se labró enemigos entre los rivales, públicos además. En Palestino, por ejemplo, a fines de abril, lo acusaron de espiarles a través de un infiltrado que grabó una práctica. "Es como ir a robar a una casa y me genera mucha tristeza", dijo el DT árabe y ex colaborador suyo, Germán Cavalieri. Con la banca de Everton hubo fuertes intercambios después de cada gol.
El estigma internacional
La eliminación en la primera fase de la Copa Libertadores, ante Botafogo, fue un punto negativo de inflexión. Para Guede y para el club era vital avanzar en el torneo. Después de caer por 2-1 en Río sólo empató 1-1 en Macul.
El lío de las planillas
La inscripción de Agustín Salvatierra como preparador de arqueros ante Unión Española, Temuco y O'Higgins también distrajo al DT. Al final, no hubo resta de puntos; sólo una multa de 20 UF.
La guerra interna
La disputa por el poder en ByN también tocó al equipo. El principal aval para la llegada del DT y para la renovación de su contrato (de la que ya había un borrador) es Aníbal Mosa. Sin embargo, la puja con el bloque que lidera Leonidas Vial, sumada a la eventual pérdida del título, cuestionan su labor y la decisión del presidente. El conflicto directivo alcanzó a la concentración del plantel.
La ineficiencia de los refuerzos
Este año, al Cacique llegaron tres refuerzos: Mark González, Fernando Meza y Pedro Morales. Ninguno ha sido aporte incuestionable. González suma sólo 153 minutos y Meza fue favorecido por la lesión de Zaldivia y completó 731 minutos. Morales revirtió el rechazo inicial de los hinchas, pero no es titular y sólo jugó tres partidos como tal. Suma 280 minutos y un gol.
El fantasma de Rodríguez
La partida del preparador de arqueros Julio Rodríguez, en diciembre, aún es cuestionada. La función está hoy en manos de René Díaz, quien trabajaba en las series menores. El bajo nivel de los arqueros sustitutos y hasta la lesión de Villar se atribuyen también a ese factor.
Carácter
Colo Colo finalmente también ha padecido de vértigo. Una debilidad de carácter en un equipo aparentemente curtido. El domingo exhibió claramente esa fragilidad.