El domingo, ante Antofagasta, Colo Colo perdió mucho más que dos puntos. Perdió también la punta. Y la fe de los suyos. Y es que a falta de una fecha para la conclusión del Clausura (ese torneo que el equipo lideró durante doce jornadas, y hasta hace tres días), el punto que separa al cuadro albo de Universidad de Chile -hoy puntero exclusivo-, más que una unidad, parece un abismo. Así lo ven, al menos, la mayoría en el entorno del Cacique.
"Regalamos el título. Con la U con estadio lleno y el ánimo por las nubes es muy difícil ver a Colo Colo campeón. Y si eso pasa, sería una vergüenza por cómo se dio el campeonato para nosotros. Guede se tiene que ir siendo campeón o no", manifiesta, con dureza Leo Caprile, conductor de televisión y reconocido hincha albo. Una tesis que comparte su homólogo Cristián Sánchez, quien asegura sentirse "frustrado como colocolino", pero quien apuesta por el sentido del humor para entregar su diagnóstico sobre lo sucedido: "Era un campeonato que Colo Colo lo ganaba caminando y ahora hay que ponerle la velita a San Luis. Da lata, porque un torneo que estaba pavimentado para Colo Colo, se llenó de hoyos, literalmente".
Tampoco parecen afrontar el desenlace final con las mejores perspectivas los ex técnicos del club Fernando Astengo ("la tiene muy complicada Colo Colo porque ha sido muy irregular y porque la U viene prendida"); Pedro García ("me gustaría que Colo Colo ganara, pero no lo creo; la U no va a desaprovechar esta oportunidad"); o Leonardo Véliz, que asegura conservar "un 1% de esperanza" de que la escuadra popular sea capaz de bajar el sábado su trigésimo segunda estrella: "Dimos mucha ventaja en la última fecha, y creo que, en general, estamos resignados a que ya perdimos".
El conjunto dirigido por Pablo Guede ya no depende de sí mismo para ser campeón y, eso, en opinión del ídolo colocolino Humberto Chita Cruz, hace que la empresa de levantar el título se torne casi una quimera: "Colo Colo se lo puso en bandeja a la U, un equipo que estaba peleando a la cola, que ganó cinco partidos y se puso a pelear el campeonato. El Colo fue el viejito pascuero anticipado y aunque seguro que le gana a Cobresal, el título la U lo tiene en la mano".
"Un colocolino quiere ver a su equipo campeón, pero sería disfrazar una mala campaña en la que evidenciamos problemas tácticos y de jerarquía", declara, por su parte, el Coca Mendoza, campeón continental con el Cacique en 1991.
Al pesimismo generalizado del pueblo albo se suman también voces procedentes de la política, como la de Tucapel Jiménez, diputado del PPD y colocolino confeso: "Soy más pesimista que optimista. Colo Colo el campeonato lo perdió, pero no en el último partido, sino en los últimos seis o siete partidos".
En la otra vereda, la del moderado optimismo, se hallan personalidades como Carlos Tapia, ex presidente de ByN ("la semana pasada era justo al revés y el fútbol te puede entregar momentos impresionantes"), Marisela Santibáñez, política del PRO e hincha alba ("no hay que dar la lucha por perdida pese a haber perdido el liderato"); o la autorizada voz del ex capitán Raúl Ormeño: "Mientras haya opciones, y las que hay no son descabelladas, yo creo".
Pero pese al ejercicio de fe del Bocón, en el entorno del pueblo albo muchos se han dado por vencidos. El punto que los separa de la U es hoy de desesperanza y el Clausura no parece ya la guerra del Cacique.