Podría decirse que hubo dos Colo Colo durante la Liga Nacional de Básquetbol. Uno en la fase regular y otro, en los playoffs.
Eso sí, el camino de los albos a su primer campeonato fue complejo. Primero, porque el Cacique regresó esta temporada al básquetbol, luego de estar 18 años ausente. Curiosamente, estas casi dos décadas fueron casi la misma cantidad de tiempo que Colo Colo tuvo que esperar para volver a ganar un torneo, ya que desde 1996 no levantaba un título. En aquel año se adjudicó la Dimayor.
Otro factor en contra del Cacique fue la presión sobre el equipo. Colo Colo retornó a la élite con la obligación de ganar todo, sobre todo por los nombres que componen el plantel, entre los que destacan Erik Carrasco, Jorge Valencia y Franco Morales. Además, a ellos se les sumó el estadounidense O'Louis McCullough, primo de la estrella de la NBA Kevin Garnett. Y McCullough fue sin duda una de las piezas claves del ataque, gracias a su interminable repertorio de jugadas, con triples, bandejas y clavadas incluidas.
Otro problema que tuvieron que enfrentar los albos fue que, antes de que terminara la primera ronda, Claudio Lavín, por entonces entrenador del equipo, fue destituido.
"No estamos conformes con el nivel del equipo. Queremos lograr objetivos importantes y es un tema que veníamos pensando hace largo tiempo", decía en ese entonces el timonel del Club Social, Raúl Labán. En ese momento, los albos, que intercambiaban buenas y malas, estaban a sólo dos triunfos del liderato de la tabla.
Así, en reemplazo de Lavín llegó Gabriel Schamberger, ex DT de U. de Concepción y que ganó la Libcentro 2014. Con el cambio de coach, las cosas no cambiaron mucho. Colo Colo era un equipo bipolar, podía pasarle por encima a un rival un día y al siguiente perder con facilidad. Pero, a pesar de esto, las actuaciones les permitieron clasificar quintos en la temporada regular, eso sí, con la irregularidad siempre presente, potenciada también por las lesiones de varios jugadores durante la campaña.
La clasificación a playoffs apareció como la oportunidad ideal de partir de cero. El primer rival en la postemporada fue Español, cuarto en la fase regular y al que los albos eliminaron por 2 a 0.
Luego de esto, aparecería el verdadero desafío y el real punto de inflexión en el juego. Fue en semifinales, cuando Colo Colo tuvo que enfrentar a Universidad de Concepción, primero de la fase regular e invicto como local. Acá, los albos mostraron su mejor versión y superaron al Campanil por 3-1. El Dream Team que se había creado, al fin estaba funcionando.
Ya en la final, demostró su fortaleza mental. Supo reponerse a un 2-0 en contra en la llave para llegar al quinto partido en Castro. De visita, en la isla inexpugnable, supo bajar su primera estrella de la Liga Nacional de Básquetbol.