Hugo Tocalli se reunió ayer con dirigentes de Colo Colo para zanjar el asunto de los refuerzos. Fueron varias horas. También muchas llamadas, la mayoría al extranjero. A Argentina, más específicamente...
Un repaso rápido: el técnico albo pidió con premura un defensor central. Se vieron varias alternativas, hasta que se decidió por Agustín Alayes. Se llegó a acuerdo con el club dueño de su pase, Estudiantes de La Plata, y con el propio zaguero. El argentino llegó el martes a Santiago a realizarse la revisión médica de rigor, lo que en su caso se trataba de un requisito fundamental, pues en marzo sufrió la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda y estuvo siete meses sin jugar. El transandino no superó el test y fue descartado.
Como está dicho, ayer, Tocalli se reunió con los dirigentes albos para traer a otro hombre. Y debía ser "aquí y ahora". Y así fue.
El entrenador del "Cacique" puso el suspenso cuando dijo que el uruguayo Andrés Scotti y los argentinos Paolo Goltz y Gabriel Paletta eran las opciones. Sin embargo, a esa altura ya había un acuerdo con el seleccionado "charrúa".
"Me enorgullece que un técnico del prestigio de Tocalli se fije en mí como refuerzo para su equipo. Además, Colo Colo es un equipo grande de Sudamérica y el fútbol chileno me encanta", afirmó Scotti, aunque prefirió no confirmar aún su traspaso; eso sí, reconoció que "las conversaciones están muy avanzadas".
Lo concreto es que el uruguayo llegará a reforzar la defensa de los albos, cumpliendo, así, la exigencia de Tocalli de tener un central de "nivel de selección". El zaguero, que defendía los colores de Argentinos Juniors de Claudio Borghi, viajaría este domingo a Santiago para la revisión médica y, de resultar ese proceso exitoso, firmar el contrato con el campeón del Clausura.
El acuerdo de Scotti con los albos tiene una extensión de dos años y tendrá un costo para el club de 900 mil dólares, incluyendo arriendo del pase y el salario del zaguero.