Colo Colo tuvo que sufrir. Durante la semana, por la partida de Humberto Suazo y, ayer, por culpa de un rival que le planteó una ardua resistencia. Y contó con una ayuda inesperada para salir de los problemas. En los 80’, los albos no encontraban el camino para doblegar a Huachipato, que lo había complicado tanto como para amenazarlo con una nueva caída, que se sumara a la del fin de semana anterior frente a San Marcos de Arica. Atacaba el Cacique por el sector derecho. Camilo Rodríguez cayó dentro del área. Pero, en rigor, no hubo infracción. El lateral acerero José Bizama tocó la pelota. Raúl Orellana, asistente que corría por la tribuna oficial, sin embargo, interpretó que hubo falta. Esteban Paredes, ajeno a los cuestionamientos, batió a Felipe Núñez. El Cacique levantaba el ánimo. Quedaba puntero a la espera del partido Universidad de Concepción frente a Audax Italiano. Y llegaba victorioso al Superclásico frente a Universidad de Chile.
Emiliano Vecchio, el principal foco de las críticas de los hinchas de Colo Colo, abrió la cuenta. Hace rato, los fanáticos le reclaman mayor disposición y, sobre todo, un rol más clave en la conducción del equipo. Ayer, el transandino tuvo su revancha en Talcahuano. Debió esperar un tiempo y un error del arquero de Huachipato Felipe Núñez, quien había sido la figura en el primer tiempo del partido que se jugó en el estadio CAP. En los 48’, el guardameta recibió un balón retrasado de Claudio Muñoz. No logró controlarlo y el ex mediocampista de Unión Española le pinchó el balón e inició los festejos. El trasandino se desahogó en el sur: Apenas la pelota traspasó la línea, corrió hacia la reja de la tribuna sur del recinto siderúrgico, el lugar donde se concentraron los hinchas albos, sus principales críticos. Se arrodilló y besó el escudo, quizás intentando dar señales de identificación y del deseo de seguir en en el club popular, una materia que aún no está resuelta.
Colo Colo, justo en la antesala del Superclásico, recuperaba el nivel que había extraviado en la caída ante San Marcos de Arica, en el Monumental. Antes del gol, los albos sometieron permanentemente al equipo de Hugo Vilches. Núñez evitó varias ocasiones claras de gol: en los 16’ le realizó una doble contención a Vecchio y Paredes y en los 29’ contuvo notablemente un remate de Jean Beausejour. El local también había tenido opciones. Ángelo Sagal y Francisco Arrué obligaron a dos buenas intervenciones de Justo Villar en la primera etapa. En el complemento, Javier Parraguez volvió a poner en apuros al meta ‘guaraní’.
El partido mantuvo el equilibrio. Paredes pudo ampliar la diferencia para Colo Colo. Huachipato buscó el empate y un remate del venezolano Rómulo Otero, que se desvió en Leonardo Cáceres pudo dárselo. Y, más tarde, Vecchio pudo redondear su tarde, pero otra buena contención de Núñez impidió el segundo gol del transandino.
Los acereros no bajaron los brazos. Y tuvieron premio. Javier Parraguez, en los 73’, capturó un rebote concedido por Villar después de un remate de Otero. Las dudas volvían al equipo de Macul. Y el anfitrión recuperó la inspiración. Un tiro de esquina del caribeño estuvo a punto de colarse en el arco del Cacique. Los albos pudieron aumentar la ventaja sobre el final, pero Luis Pedro Figueroa elevó.
El partido parecía parejo hasta que el error compartido de Julio Bascuñán y su primer colaborador lo desequilibró. Los albos dormían como punteros del Apertura y ya comenzaban a proyectar su nuevo desafío: el choque ante los azules en el Monumental. El duelo que no se perdonarían perder.