En Colo Colo volvieron las sonrisas. En un partido complejo, y en el primero con Hector Tapia a cargo del equipo después de la traumática salida de Gustavo Benítez, los albos superaron sobre la hora a un duro Cobreloa que extravió su camino en el torneo.
La salida de Benítez descomprimió el denso ambiente en Macul, y en los primeros 45 minutos de partido, el "Cacique" mostró quizás su mejor cara en lo que va de campeonato. Dinámica, posesión y llegadas, todo combinado con un fútbol que a ratos logró ser vistoso y que animó al público que llegó en masa a llenar las galerías del Monumental.
Además, el control que ofrecía el conjunto dirigido ahora por Hector Tapia y Miguel Riffo se vio favorecido por el aletargamiento que exhibía el cuadro visitante. Los loínos, que llegaron a Santiago con dos derrotas al hilo que interrumpieron su largo invicto, carecieron de la chispa que los ha caracterizado en esta temporada, y estuvieron erráticos en la generación de juego.
Emiliano Vecchio volvía a ser de los mejores del once albo, y lo probó a los 22 minutos, con un pase filtrado para Jose Pedro Fuenzalida que sorprendió a la retaguardia naranja. Defendiendo amontonádamente, intentaron entorpecer el pase atrás para Baeza, que jugó hacia un costado para encontrar libre a Emilio Hernández, uno que no se encontraba hace rato con las redes y que agotó su sequía con un remate seco abajo.
El "gordo" nuevamente tuvo protagonismo a los 27', cuando se abrió paso por el centro del campo e intentó sorprender a Sebastian Contreras con un globito, que habría sido un golazo si no hubiese sido por el travesaño.
El segundo tiempo encontró a la visita con más actitud en el campo, principalmente por la subida en el nivel de Hugo Droguett, una de las buenas figuras de este Cobreloa de Jorge García. Eso sí, la otra figura que se destacó en esta fracción fue Jonathan Chaves, autor del empate en los 62 minutos a través de un tiro libre en el que Eduardo Lobos solo fue espectador de la caída de su valla.
El atacante casi repite dos minutos después con un remate que dio en el travesaño. Pudo ser gol y la opción remeció a Colo Colo, que intentó ordenarse para evitar que les remontaran el partido.
El partido volvió a emparejarse, y el fútbol se volvió más de empuje con la salida de los cerebros de los equipos. Vecchio y Droguett abandonaron el campo de juego en los 67 y 73 minutos, respectivamente.
Parecía que se sellaba el empate en el Monumental, lo que dejaba un gusto dulce a ambas escuadras. Sin embargo, en el último minuto del tiempo reglamentario, Felipe Flores (ingresó en el 83') tomó la palabra. Otro que no había tenido buenas actuaciones y que había sufrido el rigor de las críticas, aprovechó un pase largo y la desinteligencia del arquero loíno para empalmar un remate casi sin ángulo que significó el 2-1 en el marcador y el desahogo tanto del futbolista como de todo una hinchada que anhelaban la victoria para sanar heridas.