Esteban Pavez sonríe. Por fin, después de un semestre que comenzó de la peor manera para el ahora ex polémico volante de Colo Colo. Claro, porque el mediocampista cerró su traspaso al Atlético Paranaense, uno de los clubes brasileños que se encuentra disputando la Copa Libertadores.
La operación se concretó ayer en horas de la tarde, en una reunión entre los agentes del futbolista y Aníbal Mosa, presidente de Blanco y Negro. Si bien la cláusula de salida estipulaba un valor de US$ 2 millones, los albos terminaron aceptando una cifra mucho menor, con tal de conseguir recursos rápidos (los que urgían bastante) y deshacerse de un elemento problemático. También tuvo que ver la palabra del formado en Pedreros, que prefirió ir a Brasil y no a Medio Oriente, oferta que se reactivó el sábado.
De hecho, la transferencia implica el pago de US$ 480 mil por el 40% del pase, muy por debajo de lo que estaba tasado Pavez. La sociedad anónima mantendrá el 60% de la carta. Si los brasileños quedan satisfechos con el rendimiento de su nuevo refuerzo, tienen una opción de compra de US$ 700 mil, la que se puede hacer efectiva al año de contrato.
El jugador de 27 años, que viaja hoy a Curitiba, termina así una etapa en el Cacique marcada por altos y bajos, en las que se transformó en un titular indiscutible, pero donde también fue protagonista de episodios negros y tensos para el conjunto de Macul.
Sin ir más lejos, el 22 de junio pasado fue detenido conduciendo ebrio en Ñuñoa, incidente en el que chocó a un taxi y a un semáforo. Es más, su escape tuvo que ser frenado a balazos por carabineros.
"Quiero pedir disculpas a mi familia, a la institución y compañeros. Estoy destruido. Quiero pedirle disculpas al cuerpo técnico, a los hinchas, a mi familia; manché a la institución. Tengo mucha pena. Espero dar vuelta la página. Quiero dar las gracias a los carabineros de la comisaría que se portaron muy bien conmigo", declaró ese día en el estadio Monumental, misma jornada en la que el club presentaba a Jorge Valdivia, su contratación estrella.
El suceso indignó al técnico Pablo Guede, quien le comunicó que su castigo sería no jugar los primeros partidos de la temporada. El volante no estuvo en los amistoso de pretemporada, pero sí actuó ante La Serena, por la Copa Chile. ByN le hizo ver a Guede que para venderlo era necesario mostrar al jugador y hacer olvidar sus polémicas. Sin embargo, igualmente el DT lo había dejado fuera de la convocatoria para la revancha ante los papayeros, que se jugaba el sábado, pero que fue suspendida por la nevazón.
Pavez también es recordado por sus líos ante Universidad Católica. En 2015, escupió a Marco Medel en San Carlos de Apoquindo, acción por la que fue expulsado y sancionado con seis fechas. Un año después, el contención estuvo en el centro de la polémica por decirle "asesino" a Diego Buonanotte. Dicha acción fue criticada hasta por Esteban Paredes, capitán albo, quien le pidió disculpas al equipo cruzado a nombre del plantel de Colo Colo.
Todos estos líos tenían la paciencia colmada en Macul, donde prefirieron resignar dinero con tal de librarse del volante, quien incluso declaró en los últimos días que sólo tenía en mente ir a Brasil y que ya era tiempo de partir, metiéndole presión a su club.
Paredes se deja querer
Otro que también lanza deseos de dejar Colo Colo es Paredes, aunque su salida es extremadamente difícil, por no decir imposible. Resulta que en Peñarol están empecinados en encontrar un nuevo delantero. Si antes ofrecieron US$ 300 mil por Octavio Rivero, oferta que fue rechazado de plano por los albos, ahora pusieron sus ojos en el histórico goleador albo. "Me seduce muchísimo la opción de ir a Peñarol", dijo Paredes a VTV de Uruguay.
En ByN no se asustan y señalan que todo es una estrategia del capitán para apurar su renovación de contrato. El delantero quiere dos años, mientras que el club prefiere extenderle por una temporada más. "Como sea, llegaremos a un acuerdo y Esteban no se moverá de acá", sentencian.