El Presidente de Guatemala, Alvaro Colom, declaró ayer martes "estado de calamidad pública" a nivel nacional, para hacer frente a la severa crisis alimentaria que afecta a más de 54.000 familias pobres de este país, la cual se ha cobrado la vida de más de 25 niños.
"Esta declaratoria nos permitirá tener acceso a recursos de la cooperación internacional que se ofrecen generosamente para este tipo de situaciones, así como a movilizar recursos del presupuesto nacional con mayor agilidad", dijo Colom en un mensaje a la Nación transmitido en cadena de radio y televisión.
Guatemala, precisó el Mandatario, "ha vivido con altos y vergonzosos índices de pobreza, extrema pobreza y desnutrición durante décadas, provocado por una larga historia de inequidad".
Esas situaciones, agravadas por "las sequías derivadas del cambio climático" y por "los efectos de la crisis económica internacional", han sido, según Colom, "la causa de la crisis alimentaria y nutricional que el país está viviendo en la actualidad".
Más de 54.000 familias pobres, habitantes del denominado "corredor seco" del este y noreste de Guatemala, han sido declaradas en estado crítico por la falta de alimentos para subsistir, debido a la pérdida de sus cosechas de maíz y fríjoles, granos en los que la población basa su dieta alimenticia.
Otras 300.000 familias habitantes de esa zona, la cual está integrada por los departamentos de El Progreso, Zacapa, Chiquimula, Jalapa, Jutiapa, Santa Rosa y Baja Verapaz, corren el peligro de padecer una situación similar por las mismas causas.
"Alimentos hay, lo que no hay son recursos financieros para que los afectados compren los alimentos disponibles", lamentó el gobernante, quien destacó que las acciones que el Gobierno ha realizado en las zonas afectadas por medio de los programas de combate a la pobreza, "permitieron evitar que la problemática llegara a niveles más graves".
El Presidente aclaró que el "estado de calamidad pública" fue declarado a nivel nacional porque "las consecuencias de la insuficiencia alimentaria y nutricional no afectarán solamente a los departamentos del corredor seco, sino al conjunto del país".
Esta medida, según la legislación guatemalteca, faculta al gobierno a agilizar la compra de alimentos e insumos de urgencia, sin necesidad de cumplir con los requisitos de licitación pública que ordena la ley, para agilizar la entrega de éstos a las comunidades afectadas.
"Somos sensibles a la pobreza, la extrema pobreza y la desnutrición y por eso estamos realizando las acciones de emergencia necesarias y tomaremos otras medidas para enfrentar la desnutrición y la pobreza históricas y estructurales", aseguró el Mandatario.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas inició hoy la distribución masiva de unas 20 toneladas de "galletas nutritivas" en las comunidades más afectadas por la crisis alimentaria.
Estas galletas complementarán las bolsas de alimentos básicos que el Gobierno empezó a distribuir hace dos semanas a las 54.000 familias afectadas por la crisis.
Según cifras oficiales, en lo que va de este año han fallecido unos 25 niños como consecuencia de la desnutrición crónica provocada por el hambre.
Sin embargo, la Secretaría de Seguridad Alimentaria de la Presidencia ha reconocido que la cantidad de niños muertos por el hambre podría ser "muy superior" a las estadísticas oficiales, y que la falta de datos específicos se debe a que el Sistema Nacional de Salud no cuenta con instrumentos confiables para determinar fallecimientos provocados por desnutrición.
Un informe del ministerio guatemalteco de Salud, divulgado el martes por medios locales, señala que en los primeros ocho meses de este año han fallecido 462 personas, entre ellas 54 niños, como consecuencia de diversas afecciones provocadas por la desnutrición crónica.