El vicepresidente de Colombia, Francisco Santos, dijo este jueves que su país mostrará en la Cumbre del Cambio Climático de Copenhague los efectos nocivos del narcotráfico en el medioambiente, pues por cada gramo de cocaína que se consume en el mundo, se talan cuatro metros cuadrados de bosque.

Santos afirmó que el presidente Álvaro Uribe expondrá esa situación con el objetivo de que la comunidad internacional asuma su corresponsabilidad en el problema de las drogas.

El vicepresidente sostuvo que quienes cultivan hoja de coca destruyen cada año entre 200.000 y 300.000 hectáreas de bosques, a lo que se suma la aplicación de herbicidas que aumentan los daños.

"Es irreversible, esos árboles se demoraron miles de años en crecer. Volver a tener la selva como la que estaba antes puede tardar miles de años", dijo Santos.

Las estimaciones del gobierno indican que el área deforestada por los narcotraficantes en Colombia asciende a 2,2 millones de hectáreas, de las cuales 100.000 forman parte de la selva amazónica y 30.000 de parques naturales.

"Todos los herbicidas y pesticidas que le colocan a la mata de coca para que crezca en un ambiente hostil como es la selva y todos los químicos que se usan en la transformación de la hoja de coca al clorhidrato de cocaína, pasando por la pasta, genera efectos devastadores sobre todo en las fuentes hídricas, porque ahí es donde acaba es un ciclo perverso de destrucción que esta acabando con lo más valiosos que tenemos", agregó Santos.

La Casa de Nariño (sede de gobierno) confirmó este miércoles que Uribe viajará a Copenhague para alertar sobre los daños ambientales ocasionados por el narcotráfico y expresar el interés de su gobierno por suscribir un acuerdo global que financie la lucha contra la deforestación de los bosques tropicales.

El ministro de Ambiente, Carlos Costa, que forma parte de la delegación colombiana, dijo que Bogotá pedirá a los países desarrollados un compromiso firme para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.