En pocas horas, 22 de los 23 rehenes fueron rescatados, según informó el Ministerio de Defensa. Lo mismo ocurrió el pasado fin de semana cuando un hombre, que había sido plagiado, fue devuelto a la libertad en el sur del país, pocas horas después de su rapto.
El más reciente secuestro se produjo en la tarde del lunes en un campamento petrolero, cuando presuntos guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) intimidaron a los contratistas de la compañía Talisman.
La mayoría de los rehenes eran indígenas de esa región, que es muy poco poblada, informó el ministro de Defensa, Rodrigo Rivera.
El presidente Juan Manuel Santos dijo que sigue la persecución de los secuestradores del único rehén.
SEGUIREMOS INSISTIENDO
"Nos imaginamos que lo están usando –como suelen hacer estos bandidos- de protección para que la Fuerza Pública no los ataque, pero seguiremos insistiendo hasta haberlo liberado", señaló el mandatario.
Santos subrayó que en este caso fue muy importante la rápida reacción de las autoridades, al igual que ocurrió el pasado viernes en el departamento del Cauca con el rescate del ganadero Eduardo Muñoz.
"No podemos quedar satisfechos con que la fuerza pública rescató a los secuestrados, sino abogar porque no se presenten secuestros. Y por eso no vamos a descansar hasta que no veamos a todos los secuestrados libres y a un país libre de secuestros", agregó.
Poco después de conocerse la noticia del rapto masivo, comenzó una persecución por tierra y aire de los captores, que huyeron por un río.
"Las fuerzas militares colombianas tienen ahora mucha mayor movilidad, pues disponen de más helicópteros y eso ayuda mucho", le explicó a BBC Mundo Armando Borrero, un especialista en temas de defensa.
En la operación participaron los 200 hombres de un batallón antinarcóticos, así como 35 especialistas de inteligencia, ayudados por aviones de la Fuerza Aérea, que monitorearon el área, según le informaron a BBC Mundo fuentes del Ministerio de Defensa.
"Esta operación demuestra que no hay terreno vedado para que nuestras tropas puedan garantizar la seguridad y la soberanía nacional y puedan proteger a nuestra población", les declaró Rivera a los periodistas.
MENSAJES
El último secuestro masivo del que se tenía noticia había ocurrido en el noroccidental departamento del Chocó, cuando 30 turistas fueron raptados por las Farc, en enero de 2008.
En diálogo con BBC Mundo, Olga Lucía Gómez, directora de la organización País Libre, que monitorea el secuestro en Colombia, llama la atención que se trata de raptos "de corta duración".
"Se trata de secuestros rápidos con los cuales la guerrilla les envía mensajes a las empresas a las que quiere extorsionar", señala Gómez, quien agrega que el Estado debería reaccionar igual de rápido que en el Vichada cuando se producen hechos similares.
País Libre reportó un aumento del 17% en los secuestros extorsivos en Colombia en 2010, cuando se registraron 188 casos. Aunque ninguno de ellos se produjo en Vichada, el fenómeno se agudizó en otros departamentos del oriente, como Arauca, que también son limítrofes con Venezuela.
Olga Lucía Gómez anota que el secuestro extorsivo se sigue presentando, sobre todo, en zonas de conflicto armado, donde hay guerrillas, paramilitares o bandas criminales.
Carlos Eduardo Jaramillo, un experto en el conflicto colombiano, le dijo a BBC Mundo que secuestros como el ocurrido en el Vichada "son una forma que emplean las Farc para decir que son un poder en esas zonas".
"Ellos (las Farc) tienen que hacerse sentir y enviar el mensaje de que son 'los señores de la zona', que recogen recursos, extorsionan y, si no pagan, secuestran", añade Jaramillo, quien fue consejero de paz en el gobierno de César Gaviria (1990-1994).