Colombia enfrenta una nueva tragedia por avalanchas tras fuertes lluvias en la andina ciudad de Manizales, que dejan al menos 16 muertos, cuando aún se recupera del alud que devastó a la sureña Mocoa a principios de mes, matando a más de 320 personas.

En su último balance oficial el miércoles, la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) dio cuenta de 16 personas fallecidas y otras siete desaparecidas tras deslizamientos de tierra en 16 barrios, que dejaron 500 familias damnificadas y 80 viviendas con algún grado de destrucción.

En la capital del departamento de Caldas (centro-oeste), a unos 2.200 metros sobre el nivel del mar y en plena zona cafetera de Colombia, las autoridades declararon la situación de "Calamidad Pública" por la emergencia, desatada en la madrugada del miércoles luego de torrenciales precipitaciones desde la noche anterior

"No sé a qué hora, sentí un ruido, como un estruendo, sí, un estruendo, pero deslizado. Me asomé, porque ya había bajado... se estaba bajando la avalancha en forma duro", contó un testigo en declaraciones recogidas para AFP.

El presidente Juan Manuel Santos, que viajó para atender personalmente la catástrofe, destacó que las lluvias de las últimas horas en Manizales no tenían precedente.

"Esto es producto del cambio climático. Cuando hay aumento de la temperatura, las nubes se cargan más y llueve con más intensidad", declaró a periodistas el mandatario, haciendo un llamando "a cuidar" el medio ambiente para evitar estas catástrofes.