Colombia suspenderá las fumigaciones aéreas de cultivos ilícitos con el herbicida glifosato por sus efectos nocivos para la salud, según anunció este sábado el Presidente Juan Manuel Santos, una decisión que marca un cambio de estrategia en su lucha contra el narcotráfico.

La nación sudamericana es uno de los principales productores mundiales de cocaína con 300 toneladas anuales, ha enfocado su lucha antidrogas en las últimas dos décadas con la fumigación aérea con glifosato, una estrategia apoyada por Estados Unidos y que también se ha utilizado para erradicar los cultivos de amapola, materia prima de la heroína.

"Voy a pedirles a los funcionarios del Gobierno, a los ministros que hacen parte del Consejo Nacional de Estupefacientes, que en su próxima reunión suspendan el uso del glifosato en las aspersiones contra los cultivos ilícitos", dijo Santos en un acto de Gobierno.

El mandatario aseguró que varios estudios científicos, incluido uno de la Organización Mundial de la Salud, concluyeron que las aspersiones desde aviones con este químico producen riesgos para la salud, por lo que aplicará el principio de precaución. El país sudamericano es el único que utiliza este herbicida para combatir los cultivos ilegales, reveló Santos.

Santos dijo que todas las dependencias del Gobierno involucradas en la guerra contra el narcotráfico, lideradas por el Ministerio de Defensa, deberán establecer un periodo de transición para adoptar nuevos mecanismos en la lucha contra los cultivos ilícitos.

"Que esto no se interprete, bajo ningún punto de vista, como un debilitamiento de nuestra política contra el narcotráfico", advirtió Santos.

Con las fumigaciones áreas con glifosato, Colombia redujo el área cultivada con hoja de coca, materia prima de la cocaína, a 48.000 hectáreas en el 2013 desde más de 163.000 en el 2000. En la última década, la Policía Nacional destruyó con este sistema más de un millón de hectáreas de la materia prima de la cocaína.

En los cultivos ilícitos y en otros eslabones del narcotráfico están involucrados la guerrilla izquierdista y bandas criminales conformadas por antiguos paramilitares de ultraderecha.

En la negociación de paz que mantiene en Cuba con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), el Gobierno se comprometió a utilizar la fumigación aérea sólo en casos extremos.

Por su parte, el grupo guerrillero prometió romper cualquier vínculo con el narcotráfico.